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Guía alimentación húmeda para gatos

Alimentar a un gato adulto

11 min de lectura

Tu gato estará en condiciones óptimas si se alimenta con los productos adecuados. En Purina podrás consultar la guía de alimentación de un gato adulto y otros consejos sobre la nutrición de tu mascota.

Comida para gatos, conoce las diferentes opciones

Existe una amplia gama de productos entre los que dudarás cuál debes elegir. La buena noticia es que, sea cual sea el estilo de vida, el estado físico o la edad de tu gato, hay un producto indicado para él.

A menos que algún tipo de problema médico lo impida, puedes decidir libremente si ofrecerle alimentos húmedos o secos, dependiendo de sus gustos.

Comida seca para gato

  • Las dietas a base de comida seca son fáciles de utilizar y medir, y tienen una vida útil más larga una vez abierto el envase que las de comida húmeda.
  • Estos productos también ayudan a mantener la salud bucal de tu gato. Tu gato necesitará más esfuerzo para masticar los alimentos secos y tardará más tiempo en comer.
  • Hay gatos que prefieren la comida seca crujiente y no les gusta que esté mezclada con agua.

Comida húmeda para gato

  • Otros gatos simplemente prefieren el sabor y la textura de los alimentos húmedos. Los alimentos húmedos resultan muy útiles, pues, como se sirven en pequeñas bandejas o bolsitas, siempre se mantendrán frescos y son muy fáciles de servir.
  • Además, tu gato comerá más de una sola vez y beberá menos.

Algunos dueños ofrecen a sus gatos una mezcla de alimentos húmedos y secos. Algunos gatos prefieren los alimentos húmedos por la mañana y los secos durante el resto del día. Prueba con ambos tipos para comprobar cuál es el preferido de tu gato.

Productos de alimentación para gatos adultos

Purina fabrica alimentos secos y húmedos para gatos adultos, en todas las etapas y estilos de vida.

  • Si tu gato pasa la mayor parte del tiempo dentro de casa, lo más indicado será una receta especial para gatos domésticos para reducir las bolas de pelo o una dieta baja en calorías, ya que hará menos ejercicio y será más propenso a ganar peso.
  • Si tu gato está esterilizado, también existen productos indicados para él, para prevenir problemas en el tracto urinario.
  • Los gatos de edad avanzada deben seguir una dieta ajustada, al igual que las gatas embarazadas y los gatos con sobrepeso u obesidad.

Si tu gato presenta necesidades nutricionales específicas o te preocupa algún aspecto relativo a su dieta, consúltalo con el veterinario.

Cómo alimentar a un gato

Los gatos son animales de costumbres, por lo que introducirlos en una rutina fija tan pronto como empiecen a ser adultos es lo más conveniente tanto para el dueño como para el animal.

Un gato come en pequeñas cantidades y varias veces al día; si puedes darle de comer pequeñas porciones en repetidas ocasiones, mucho mejor. Sin embargo, si lo alimentas con alimentos húmedos o tu ritmo de vida no te permite hacerlo varias veces al día, con dos comidas diarias es suficiente para la mayoría de los gatos.

Lo mejor es alimentar a un gato en el mismo lugar y a las mismas horas todos los días, en una zona tranquila donde se pueda relajar y esté lejos de la caja de arena.

Elige una superficie que sea fácil de limpiar o utiliza una esterilla para darle de comer, y, por supuesto, un recipiente de metal o de cerámica. Algunos gatos prefieren comer de un recipiente o un platillo plano, que puede ayudar a que los gatos que comen demasiado rápido coman más lentamente.

Si tienes más de un gato, asegúrate de que sus respectivos recipientes estén a una distancia considerable para evitar posibles peleas. Si tus gatos no se llevan bien, probablemente tendrás que destinar zonas diferentes para alimentarlos y así mantener la paz.

Para alimentar a tu gato, sirve los alimentos húmedos (presentados en bolsitas, latas o tarrinas) a temperatura ambiente, ya que el olor les resulta más apetecible y son más fáciles de digerir. Para ello, sácalos del frigorífico como mínimo una hora antes de servirlos. Puedes utilizar el microondas para templarlos un poco, pero siempre sin dejar que se calienten.

Los alimentos húmedos se estropean rápidamente, por lo que no debes dejarlos sin tapar. Una vez abierta, no guardes la comida húmeda durante más de 24 horas, incluso aunque esté en la nevera.

La comida seca, en cambio, puede dejarse todo el día fuera sin que se estropee. Guárdala en un ambiente seco y limpio, idealmente en un recipiente hermético o en una caja con cierre, para mantener sus aromas y sabor.

La cantidad de alimento que le ofrezcas a tu gato dependerá de la raza, el estilo de vida y su estado físico. Cada gato es único. Lo más importante a tener en cuenta es que coman lo suficiente para mantenerse en condiciones saludables y en buena forma.

Si no estás seguro de la cantidad de alimento que debes ofrecer a tu gato, consulta los envases para más información o contacta con el equipo de Atención a Mascotas de Purina.

Una manera fácil de comprobar el estado físico de tu gato es palpar con las manos sus costados y su vientre. Si tiene el peso ideal, tienes que ser capaz de notar sus costillas fácilmente, aunque sin verlas, sin una gran cantidad de grasa a su alrededor. Si lo observas desde arriba, su cintura, situada a continuación de las costillas, debe ser claramente visible, sin que se formen pliegues al andar.

Si observas que tu gato presenta sobrepeso u obesidad, consúltalo con tu veterinario para ajustar una dieta y un plan diario para ayudarlo a volver a su peso ideal.

Si consideras que tu gato necesita perder peso y tu veterinario está de acuerdo, necesitarás seguir una serie de pasos para ayudarlo a la vez que le ofreces todos los nutrientes necesarios. Si tienes más de un gato, dales de comer en zonas separadas para evitar que se roben la comida entre ellos. Dividir la alimentación diaria de tu gato en varias comidas puede resultar útil para controlar el peso, pero prestando atención a qué y cuánto le ofreces cada vez.

Pero no todo es la dieta: un estilo de vida saludable es igual de importante para controlar el peso de tu gato. Si tu gato prefiere las zonas de interior o es un gato más bien vago, intenta animarlo a correr utilizando juguetes para que esté activo y queme calorías.

Si te preocupa el peso de tu gato, piensa en cambiar su alimentación por una dieta para gatos light que contenga menos calorías, para no tener que reducir la cantidad de comida que le ofreces. Lo único que se reduce en estos productos es la cantidad de calorías, por lo que seguirán aportando a tu gato todas las vitaminas y minerales que necesita. Las recetas light de Purina pueden ayudar.

La reducción de peso debe ser lenta y regular; una bajada de peso brusca puede ser peligrosa para tu gato. Este cambio puede durar meses, así que sé paciente.

Recuerda, tu veterinario probablemente sugerirá que reduzcas la cantidad de alimento que le ofreces a tu gato o que cambies a un alimento especial bajo en calorías, pero nunca lo prives de comida o le retires el alimento sin consentimiento expreso del veterinario.

Utiliza nuestra herramienta de acondicionamiento físico para gatos con regularidad y continúa la dieta hasta que alcance el peso y la forma física deseados.

Si tu gato pasa olímpicamente de la comida, ¡no estás solo! Muchos gatos prefieren unas texturas y unos sabores a otros, y tienden a rechazar el alimento si algo cambia. Si tu gato rechaza la comida normalmente, pide cita con el veterinario porque puede ser signo de algún problema de salud subyacente. Puedes animar a tu delicado gato a comer siguiendo estos pasos:

  • Cambia el horario de la comida hasta que todos tus familiares hayan comido, y dale de comer en una zona tranquila lejos de ruidos y estrés. También puedes intentar cambiar la comida húmeda por comida seca, o utilizar un sabor diferente.
  • Asegúrate de que el recipiente esté limpio. Los restos de comida pueden causarle rechazo. Utiliza un recipiente o un platillo plano.
  • Los alimentos secos absorben humedad y se ponen rancios, especialmente en lugares cálidos. Intenta cambiar el tipo de producto si normalmente utilizas este tipo de alimentos.
  • Sirve los alimentos húmedos a temperatura ambiente, para que el olor les resulte más apetitoso. Calienta la comida en el microondas un poco hasta que esté templada a temperatura ambiente (nunca caliente).
  • Los gatos que salen a pasear pueden tomar un aperitivo o dos, sólo para que no estén hambrientos. Esto ocurre sobre todo cuando hay altas temperaturas.

  • Una dieta completa con comidas principales no necesita suplementos para aportar a tu gato los nutrientes esenciales; sin embargo, algunos alimentos como las golosinas, los aperitivos o aquellos compuestos solamente por carne o pescado no son equilibrados nutricionalmente por sí solos. Las golosinas o los aperitivos son buenos si se le ofrecen con moderación, pero reduce un poco la cantidad de comida que le das si no quieres que esté sobrealimentado. Como norma general, un máximo del 15% de las calorías diarias ingeridas por tu gato puede provenir de golosinas.
  • Los alimentos cocinados en casa, como carnes o pescados frescos, deben estar bien cocinados, sin sal añadida y sin piel o huesos. En el caso de los alimentos especiales, lee las instrucciones del envase para saber cómo servirlos y con qué frecuencia.
  • Si tu gato sigue una dieta especial recomendada por tu veterinario, por ejemplo para perder peso o por alguna enfermedad, las golosinas están prohibidas. Pregunta a tu veterinario qué puedes ofrecerle y qué no para asegurarte.

La hidratación de tu gato es tan importante como la alimentación para que esté en las mejores condiciones, especialmente si lo alimentas con comida seca.

  • Asegúrate de que tu gato tenga acceso a agua fresca y limpia siempre. Coloca un recipiente grande con agua en los lugares donde tu gato suele relajarse. Intenta no poner la comida y el agua en el mismo sitio.
  • Si tu gato rechaza el agua, usa un recipiente más grande. A algunos gatos no les gusta que sus bigotes rocen los bordes del recipiente.
  • Los gatos no necesitan tomar leche después del destete, por lo que no uses la leche como sustitutivo del agua. De hecho, los gatos adultos pueden presentar intolerancia a los azúcares contenidos en la leche, lo que puede causarles diarrea. Incluso la leche especial para gatos debe considerarse un alimento (o una recompensa), no una bebida.

Sabemos que es tentador alimentar a tu gato con golosinas. Para muchas personas, esto es un símbolo de cariño que muestra cuánto quieren a sus gatos. Sin embargo, los alimentos para humanos son ricos en calorías y no poseen los nutrientes esenciales que contienen los alimentos para gatos, por lo que puedes desequilibrar la balanza de la dieta de tu gato si le das un trozo de tu comida. Alimentar a un gato con algo que contenga cebolla puede ser perjudicial, así que mejor prevenir que curar.

Cómo cambiar la alimentación de tu gato

Cualquier cambio en las condiciones que rodean a tu gato puede suponer que haya que ajustar su dieta. Por ejemplo, mudarse de una casa con jardín a otra sin él supone que el gato quemará menos calorías porque no correrá tan a menudo.

Debes estar muy pendiente de los hábitos de alimentación de tu gato y de su condición física. Si observas algún cambio o piensas que podría necesitar una dieta mejor, consúltalo con el veterinario.

Si el veterinario está de acuerdo en que el gato necesita un ajuste en su dieta, tendrás que hacerlo gradualmente para que su estómago no se vea perjudicado con un cambio repentino, ya sea por cambiar de alimentos húmedos a secos o por cambiar de marca.

  • Pon un poco del nuevo alimento con la comida actual de tu gato y mézclalos.
  • Durante una semana, incrementa gradualmente la cantidad del nuevo alimento en la mezcla y reduce la cantidad del alimento habitual. Algunos gatos necesitarán hasta dos semanas para cambiar de uno a otro por completo, así que sé paciente.
  • Si tienes que cambiar la dieta de tu gato pero éste no se encuentra bien, pide consejo a tu veterinario sobre la mejor forma y época para hacerlo.
  • Si estás cambiando de un alimento húmedo a otro seco, tu gato necesitará más líquido a lo largo del día y empezará a comer varias veces al día, en lugar de hacerlo de una sola sentada.
  • Si estás cambiando de un alimento seco a otro húmedo, es normal que tu gato beba un poco menos de lo normal y que coma más comida en un plazo más corto de tiempo.
  • Los alimentos secos son más densos en energía que los húmedos, y, por ello, tendrás que darle mayor cantidad de estos últimos para aportarle la misma cantidad de calorías.

Productos Purina para gatos adultos

Purina fabrica gran parte de los alimentos húmedos para gatos adultos líderes, cada uno de ellos como resultado de los últimos avances científicos en calidad, sabor y nutrición; están diseñados para ofreceros a ti y a tu mascota una amplia gama de recetas y formatos, para todas las etapas y estilos de vida.

Conoce más sobre PURINA® comida para gatos.