Los problemas de oído en los gatos tienen un profundo impacto en la relación con tu mascota, pues este sentido, como cualquier otro, desempeña un papel clave en la forma en que tu gato interactúa con el mundo.
Por suerte, los gatos son animales con gran capacidad de adaptación, con lo que a menudo sobrellevan bien ese problema, aunque esto no es excusa para descuidar el cuidado de tu mascota.
CAUSAS DE LA SORDERA
Existen diversos factores que pueden provocar la pérdida de audición en los gatos y, aunque el más habitual es la edad avanzada, hay muchos otros factores que todo propietario de gatos debería conocer.
Puede producirse una pérdida auditiva temporal debido a una infección leve causada por bacterias, hongos o Parásitos (ácaros del oído) o a los efectos secundarios de ciertos medicamentos. Puede producirse una pérdida auditiva permanente debido a lesiones, infecciones graves sin tratar en el oído medio y problemas neurológicos.
Los tumores y pólipos en el canal auditivo también pueden reducir la capacidad auditiva. Es frecuente que los gatos totalmente blancos y de ojos azules nazcan sordos.
CÓMO SABER SI SUFRE UNA PÉRDIDA AUDITIVA
Puede que un gato con sordera no se gire cuando te acerques a él, que no reaccione ante ruidos estridentes o que no gire las orejas hacia la fuente de un sonido. Los gatos con sordera suelen ser difíciles de despertar y no responden a menos que les toques.
LA VIDA DE UN GATO SORDO
Los problemas auditivos pueden debilitar y confundir a tu gato, en especial si los problemas llegan de forma repentina, por lo que es importante facilitarles las cosas tanto como sea posible. Ante todo, es importante velar por su seguridad. Así, es importante controlar las circunstancias de su entorno que, junto con su sordera, puedan resultar peligrosas. Ahora las carreteras representan un riesgo mucho mayor, al igual que el mundo exterior en general, donde tu mascota se podría topar con un animal agresivo.
Tu interacción diaria con el gato estará más limitada. Sustituye las órdenes verbales por señales con la mano bien diferenciados, fáciles de recordar y coherentes. Incluso puedes utilizar una linterna al anochecer para avisar al gato de que ya es la hora de comer. El hecho que un gato no oiga no significa que no sienta los cambios a su alrededor. Puede que note que te acercas por las vibraciones en el suelo o en las escaleras. Asegúrate de que tu gato se percate de tu presencia, ya que de lo contrario le podrías dar un buen susto al acariciarle. Al principio, cuando el gato se gire, ya sea por tu señal manual o al percibir una vibración, dale un premio.
Si tu gato lleva collar, asegúrate de utilizar uno de fácil apertura y de que incluya tu dirección, el número de teléfono del veterinario y una nota que indique que el gato es sordo. Si todavía no lo has hecho, ponle un microchip a tu mascota.
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