Además de mucho amor y atención, querrás brindarle a tu gato la mejor protección posible en caso de que se pierda. Al ponerle un microchip a tu gato, le estás dando la mejor oportunidad de que lo encuentren y te lo devuelvan.
¿Por qué un microchip?
Hay muchas razones por las que tu gato podría desaparecer. Puede asustarse por algo y salir corriendo, o tal vez desorientarse si, por ejemplo, acabas de mudarte de casa. Por supuesto, tu gato puede llevar un collar y una etiqueta de identificación, pero estos podrían perderse, caerse o quitarse, mientras que un microchip siempre permanecerá en su lugar.
Además de ayudarte a recuperar a tu mascota perdida, un microchip para gatos también puede despejar dudas sobre quién es el dueño legítimo del animal.
¿Qué es el microchip?
Colocar un microchip a un gato es un procedimiento simple y rápido que puede ser de mucha utilidad. Si encuentran a tu gato, un veterinario o una protectora de animales puede escanear el microchip y contactar contigo. ¡Realmente es tan sencillo como suena!
¿Cómo funciona el microchip?
Simple e indoloro
El microchip es diminuto, aproximadamente del tamaño de un grano de arroz, y se pone bajo la piel del gato. El procedimiento es extremadamente rápido y se considera relativamente indoloro: se dice que la sensación es similar a la sensación de un humano al que le hacen los agujeros de las orejas.
Una vez que el microchip está en su lugar, listo: ¡tu gato ni sabrá que está allí!
El microchip del gato tiene un código único de 15 dígitos, que se registra en una base de datos nacional junto con tu nombre, dirección y número de teléfono de emergencia. Recuerda, por lo tanto, que si te mudas o cambias tus datos de contacto, debes actualizarlos. Si no sabes cómo, consulta a tu veterinario. Este trámite es gratuito.
Si un gato se pierde, lo que hay que hacer es llevarlo a una protectora o clínica veterinaria donde usarán un dispositivo de escaneo para ver si el animal tiene microchip. Este escaneo es completamente inofensivo y, como un código de barras, mostrará tu código único de 15 dígitos. Una vez que se hayan realizado los controles de seguridad, el registro de microchips revelará tus datos de contacto al veterinario o a la persona responsable, y en poco tiempo se localizará a su dueño.
¿Cuándo debo ponerle un microchip a mi gato?
De las 10 a 12 semanas en adelante
Dependiendo de su raza y tamaño, a la mayoría de los gatos se les puede poner el microchip a partir de las 10-12 semanas.
Por lo general, un gato adoptado de una protectora ya tendrá su microchip, y algunos criadores también colocan el microchip del gato como parte de su servicio a los nuevos dueños. Tu criador, protectora o veterinario puede resolver todas tus dudas sobre cómo o dónde ponerle el microchip a un gato.
Si te vas de viaje y te llevas a tu gato contigo, hay una mayor probabilidad de que se pierda, por lo que es una buena idea ponerle un microchip antes de viajar. De hecho, si viajas al extranjero es un requisito imprescindible.
¿Cuánto cuesta ponerle microchip a un gato?
El coste del microchip para gatos varía según cuándo se hace y quién lo hace. En la mayoría de los casos, la colocación del implante tiene un coste fijo. Algunas protectoras ofrecen microchip gratis y algunas clínicas veterinarias también lo hacen. Respecto al precio, consulta a tu veterinario, protectora o refugio.
¿Es obligatorio el microchip?
En el momento de redactar este artículo (diciembre de 2021), es obligatorio en muchas comunidades autónomas españolas y es muy probable que en los próximos meses aumente la lista e incluso que se convierta en obligatorio a nivel nacional. Como las regulaciones están sujetas a cambios, te recomendamos que te mantengas al día consultando con tu veterinario y en las páginas web del gobierno.