Aprende cómo presentar a tu perro a otras mascotas de un modo seguro. En Purina encontrarás consejos y asesoramiento experto que te ayudarán a lograr una armonía duradera en tu hogar.
Presentar tu nuevo perrito a un perro adulto
Si ya tienes un perro, estará acostumbrado a tener la casa para él solo, por lo que puede resultarle difícil aprender a compartirla por primera vez. Prueba estos trucos para facilitar en la medida de lo posible la presentación de un nuevo cachorro a tu perro adulto.
- Antes de que tu nuevo perrito llegue a casa, comprueba que las vacunas de tu perro actual están al día, para que ambos puedan estar felices y sanos.
- Busca un lugar neutral para el encuentro de tus perros, un sitio donde tu perro actual no tenga problemas territoriales. Es buena idea presentarlos fuera de casa, pero si tu cachorro todavía no tiene puestas todas sus vacunas, cíñete al jardín.
- Una vez que tu cachorro haya recibido su primera vacuna (como mínimo) y que el veterinario confirme que es seguro hacerlo, saca al perrito al jardín y déjale que merodee durante un rato para acostumbrarse a todas las nuevas imágenes y olores.
- A continuación, ponle la correa y deja salir a tu perro adulto, sujeto también por la correa. Si tu perro actual es grande o nervioso, quizá sea buena idea ponerle un ronzal para evitar embestidas repentinas durante el saludo. Tendrán curiosidad por conocerse, déjales cierta libertad de movimientos manteniendo la correa floja. Cálmalos diciéndole a los dos que son buenos perros, e ignorando sus lloriqueos o ladridos.
- Premia las interacciones tranquilas y moderadas con palmadas suaves, palabras calmadas y alguna golosina. Es importante que te mantengas calmado aunque alguno de los perros se ponga demasiado nervioso. Espera a que se calmen o sepáralos un rato antes de intentarlo de nuevo.
- Haz presentaciones cortas, pero frecuentes, y no tardarán en ser grandes amigos.
- Deja que tu perro adulto "invite" al cachorro a entrar en la casa. Mantén a los dos perros sujetos con sus correas hasta que el cachorro haya hecho un reconocimiento del entorno y tu perro actual lo acepte tranquilo sin mostrar ninguna reacción. Sigue premiando la tolerancia y la aceptación con elogios calmados y palmadas suaves a ambos perros.
Si tienes dudas sobre cómo presentar un cachorro a un perro adulto, pide ayuda de antemano. El adiestrador de perros o el veterinario locales estarán encantados de asesorarte.
Presentar otro perro adulto a tu perro actual
Si vas a presentar un perro totalmente desarrollado a tu perro actual, no te sorprendas si no se hacen amigos inmediatamente.
No te desanimes, si dejas que se conozcan poco a poco en un lugar neutral tranquilo fuera de la casa (lo ideal sería un lugar que no sea familiar para ninguno de los dos), no existe razón para que no se lleven bien y se hagan amigos.
- Cuando vayas a presentar a otro perro, mantén a los dos sujetos por las correas (e incluso por el ronzal si son grandes, nerviosos o excitables) y deja que se investiguen el uno al otro.
- Si empiezan a gruñirse o a ladrarse, sepáralos inmediatamente y espera a que se calmen antes de volver a intentarlo.
- Si, tras varios intentos de este tipo, siguen mostrándose reacios a estar juntos, deberás pedir ayuda a un experto en conducta canina. Pide a tu veterinario que te recomiende un especialista de tu.
Presentar tu nuevo perro a tu gato o gatito
Lo más importante que hay que tener en cuenta al presentar un perrito a un gato es la seguridad. Los perros pueden mostrarse muy nerviosos con los gatos, por lo que debes darles tiempo a aprender a llevarse bien. Si tu perro sigue mostrándose nervioso o agresivo con el gato después de varios intentos de presentación, pide consejo profesional a tu veterinario y pregúntale si un especialista en comportamiento canino podría ayudarles a aprender a convivir.
Cuando tu nuevo cachorro o perro adulto se muestre relajado y cómodo en su nuevo hogar será un buen momento para presentarle a tu gato.
Tendrás que tener paciencia y darle tiempo a tu gato para acostumbrarse a su nuevo compañero, sobre todo si tu gato no había vivido antes con un perro amistoso. No es raro que los gatos reaccionen ante el nuevo perro con siseos o zarpazos, o que intenten escapar corriendo o esconderse.
- Presentar un cachorro a un gato puede ser un poco desalentador, pero tu tarea consistirá en ayudar a ambos a sentirse relajados en compañía del otro. Asegúrate de que tu gato o gatito esté en una zona segura, donde el perro no pueda alcanzarlo, y mantén al perro sujeto con una correa.
- Premia a tu perro si está tranquilo y, aunque él ladre nervioso, mantén la calma.
- Pasados cinco minutos, aleja al perro y deja que el gato salga de la habitación para descansar.
- Preséntalos en sesiones cortas de pocos minutos cada una, en distintas habitaciones y varias veces al día, para que se acostumbren a verse y a olerse por toda la casa. No sueltes al perro de la correa.
- Cuando se hayan calmado y estén relajados, deja que tu gato salga de su zona de seguridad pero mantén al perro sujeto con la correa. Permíteles investigarse entre sí y prémiales con montones de amor y cariño si se toleran mutuamente. Recuerda que debes mantenerte tranquilo aunque alguno de ellos dé muestras de incomodidad. Repite esto con frecuencia visitando todas las habitaciones de la casa que sea posible.
- Vigílalos hasta que estés seguro de que se llevan bien y no sueltes al perro de la correa hasta que confíes en que no reaccionará ni intentará perseguir al gato. Asegúrate que el gato tiene acceso a zonas a las que el perro no puede llegar, y de que puede escapar si no se siente cómodo.
- Separa al perro y al gato a las horas de las comidas para que ambos puedan comer cómodamente sin riesgo de que el otro le robe la comida.
- Pon la bandeja de arena del gato en un lugar de fácil acceso para él, pero inaccesible para tu perro. Aunque no suene bien, es posible que tu perro siga su instinto de búsqueda de comida ¡y considere buena idea zamparse el contenido de la caja!
- Asegúrate de que tu gato tenga muchas oportunidades de acechar y perseguir juguetes móviles para que tu perro pueda relajarse sin miedo a que se abalance sobre él un gato al acecho.
No te preocupes si tu perro y tu gato no se convierten en grandes amigos. Los gatos suelen ser independientes por naturaleza y es posible que ignoren al perro, aunque éste acepte su presencia. Sin embargo, con el tiempo la mayoría de los gatos y los perros que viven juntos acaban mostrándose amistosos ¡aunque esto sea mucho decir para un gato! Siempre que cada uno tenga su propio espacio, con "zonas sin perro" para el gato, todo debería marchar bien.