Sea por la circunstancia que sea (placer, traslado de país, etc), viajar al extranjero con tu perro, puede convertirse en una aventura poco afortunada si no tienes en cuenta los siguientes aspectos...
1. Planifica el viaje con antelación
Pese a que existen una serie de requerimientos genéricos en función de los destinos, y los medios de trasporte para llegar a ellos, ambos factores pueden condicionar mucho el viaje de tu perro al extranjero.
Si te desplazas dentro de la UE, necesitarás que un veterinario colegiado te firme y selle lo que se denomina un “Pasaporte Europeo de Animales de Compañía”. Este documento debe incluir la historia sanitaria de tu perro, y constatar que la relación de vacunas suministradas está en orden (incluida la antirrábica), que el perro está correctamente desparasitado (externa e internamente), y que lleva incorporado un microchip homologado, por si se requiere revisarlo en algún momento.
Esta documentación también es necesaria si te desplazas a países o estados que no pertenezcan a la UE, porque aunque no sea imprescindible para entrar en algunos países, siempre lo necesitarás para volver a la UE, o si haces escala en algún destino europeo para desplazarte a terceros países.
Piensa que, incluso dentro de la UE, hay una serie de países como Finlandia, Irlanda, Malta o el Reino Unido, que solicitan que el Pasaporte incluya más datos respecto a determinados aspectos de salud relacionados con tu perro, por lo que cuantos más detalles conozcas de antemano, más fácil y seguro será el traslado de tu perro.
Como mencionábamos anteriormente, el medio de trasporte que escojas también puede influirte. Cada compañía aérea, ferroviaria, y naviera dispone de su propio reglamento respecto al traslado de perros. Y lo mismo ocurre si has decidido desplazarte en coche.
El tamaño y el peso del animal, unidos a la reserva con antelación y al coste en el caso de las distintas compañías, son los cuatro aspectos que más te pueden condicionar. Por eso, te aconsejamos que, una vez que hayas escogido el destino, te informes debidamente, y busques las opciones de trasporte que mejor se adapten a vuestro plan de viaje.
Lo mismo ocurre con el alojamiento. Afortunadamente, en la actualidad, cada vez existen más hoteles, apartamentos y demás estancias denominadas “Dog Friendy”. Si vuestra estancia en el extranjero va a ser de carácter temporal, contacta con aquellas te ofrezcan más garantías para asegurar el bienestar para tu perro.
2. Visita al veterinario días antes de realizar el viaje
Además de firmarte y sellar el pasaporte de tu perro, es conveniente que le haga una exploración completa para confirmar que su estado de salud es óptimo para viajar y que, en el caso de que lo considere necesario, te recete algún tranquilizante para evitar mareos o vómitos.
Si te surge cualquier otra pregunta relacionada con el temperamento de tu perro, u otras necesidades para que viaje lo más cómodamente posible (cuándo comer, beber, hacer necesidades…), no dudes en consultárselas.
3. Piensa en todo para aumentar su confort
No olvides meter en la maleta de tu perro aquellos objetos que forman parte de su rutina diaria: juguetes, accesorios, alimentación habitual, collar, correa y bozal, así como gel o cepillo si lo precisa.
Averigua con antelación dónde, o a quién podrás recurrir en el caso de que tu perro sufra algún altercado de salud durante el viaje o la estancia. Este aspecto no suele tenerse en cuenta, pero es fundamental para evitar imprevistos no deseados.
Por último, ten en cuenta que, si eres propietario de un perro guía o de asistencia, debes comunicarlo de antemano a la compañía de trasporte, y a los responsables del alojamiento escogido, ya que las normativas son mucho más flexibles en este supuesto.