Alergias en perros: síntomas, desencadenantes y tratamiento
Al igual que las personas, los perros pueden sufrir determinadas alergias. Descubre con Purina cuáles son las alergias en perros más frecuentes y cómo se diagnostican.
Las alergias en perros son una reacción del sistema inmunitario de tu perro a sustancias extrañas. Justo igual que sucede con las reacciones alérgicas de las personas. Mientras que, en el ser humano, es relativamente sencillo diagnosticar una alergia, en los perros suele ser bastante complicado, ya que hay muchos tipos de alergias distintos y, con frecuencia, los síntomas se solapan. Por eso es difícil saber qué alergia es la que padecen realmente.
Si sospechas que tu perro puede tener alguna alergia, tal vez quieras averiguar cuáles son los posibles síntomas y cuándo debes acudir al veterinario. Sigue leyendo para descubrir todo lo que necesitas saber.
Síntomas frecuentes de alergia en perros
Las alergias pueden afectar a tu perro de varias maneras. En función de la causa, observarás algunos de los siguientes signos clínicos:
- Picor en la piel: este es uno de los rasgos más comunes de alergia en perros. Tu perro se rascará, lamerá o morderá en exceso, lo que, con frecuencia, provocará caída del pelo, enrojecimiento e irritación cutánea.
- Tu perro se muerde o chupa la pata: la inflamación es frecuente sobre todo entre las almohadillas, lo que provoca que el perro se lama o muerda las patas en exceso. En algunos casos, esto puede dar lugar a infecciones secundarias.
- Estornudos, tos o goteo nasal: al igual que sucede en las personas, a los perros les puede gotear la nariz, sobre todo si tienen alergia a algunos elementos, como el polen o el polvo.
- Problemas digestivos: diarrea, deposiciones frecuentes o, en algunas ocasiones, vómitos.
- Erupción cutánea: podrías observar que la piel de tu perro presenta urticaria. Esta se caracteriza por la presencia de manchas rojas o protuberancias que pueden causar picor o dolor.
En el caso de una reacción anafiláctica aguda, podrías observar síntomas como sibilancias, dificultad para respirar, hinchazón de la cara, urticaria y vómitos. Se trata de un trastorno distinto de las alergias alimentarias o ambientales crónicas y requiere tratamiento urgente. La mayoría de los perros que padecen alergias crónicas no tienen un riesgo elevado de anafilaxia.
¿Qué causa las alergias en los perros?
Las alergias en perros se producen por una respuesta inmunitaria demasiado activa a sustancias que generalmente son inocuas. Estas sustancias, llamadas alérgenos, pueden desencadenar una serie de reacciones en los perros con sensibilidad. Te presentamos las causas más frecuentes de alergia en los perros:
- Picadura de pulga
- Polen de los árboles, plantas y césped
- Partículas de polvo, esporas de moho o caspa
- Alimentos como la ternera, el pollo o los lácteos
Otras causas pueden ser:
- Algunos tejidos, productos de limpieza o productos de aseo
- Medicamentos
- Humo del tabaco, perfumes o aerosoles
Alergias cutáneas en perros
Las alergias cutáneas, también llamadas dermatitis alérgicas, son uno de los tipos más frecuentes de alergia en los perros. Por lo general, se producen por una reacción a las picaduras de pulga o a factores ambientales, como el polen, el polvo o el moho.
Alergia por picadura de pulga
La alergia a las pulgas o por picadura de pulga es la enfermedad cutánea canina más frecuente. Esta alergia en los perros se produce por una reacción a la saliva de las pulgas en la piel del perro. Los síntomas pueden ser diversos, desde un ligero picor a una reacción grave cuando sufren la picadura.
Estas alergias suelen aparecer en perros jóvenes (entre 1 y 5 años), pero pueden desarrollarse a cualquier edad.
La alergia por picadura de pulga generalmente provoca picor en la piel, al que en ocasiones se alude con su denominación médica, «prurito». El perro se rascará, frotará, morderá o lamerá el pelo o la piel, y algunas veces esto provoca lesiones cutáneas o el desarrollo de una infección secundaria. Además, es posible que se manifiesten otros síntomas de alergia, como caída del pelo y la aparición de costras, y también que queden a la vista manchas por suciedad de pulga en la piel o en el pelaje.
Sin embargo, con frecuencia la suciedad de pulga es difícil de detectar, y aquí puede ser útil la prueba del «papel mojado»: coloca a tu perro sobre un trozo de papel mojado y frota con suavidad el pelaje. Las motitas negras (suciedad de pulga) que caigan del pelo mancharán de rojo el papel (ya que la suciedad de pulga se compone de sangre seca). Esta prueba es un buen indicador para saber si tu perro tiene pulgas. Ten en cuenta que, aunque le apliques a tu perro un tratamiento mensual contra las pulgas, sigue siendo posible que sufra alergia por picadura de pulga. Muchos tratamientos contra las pulgas tan solo las matan cuando han mordido al perro y, por desgracia, esta simple picadura a menudo basta para desencadenar una reacción alérgica y provocar picor en un perro sensibilizado.
Alergias ambientales
Por lo general, los factores que causan alergias ambientales en los perros son el polvo, el polen o el moho. Este tipo de alergia suele ser estacional, por lo que es probable que solo se manifieste en determinadas épocas del año. Los perros pueden padecer rinitis alérgica, de modo que podrías notar que tu perro estornuda o tiene alguna irritación cuando los niveles de polen son elevados. Las zonas de la piel más afectadas suelen ser las áreas alrededor de las patas, la parte inferior de las patas, el hocico y las ingles, donde es posible que observes calvas o lesiones en tu perro derivadas del picor excesivo. En ocasiones, es posible combatir un alérgeno ambiental solo con evitarlo. Por ejemplo, si sabes que los síntomas de alergia en tu perro empeoran cuando paseáis por zonas concretas con mucho césped, tal vez debas evitar estos terrenos en determinadas épocas del año y pasearlo por zonas asfaltadas.
Alergias alimentarias en perros
En contra de la creencia popular, las alergias alimentarias no son frecuentes en los perros. En realidad, tan solo representan en torno a un 10 % de las alergias caninas, o incluso menos. La mayor parte de lo que los propietarios llaman «alergias alimentarias» son en realidad intolerancias.
La diferencia entre una intolerancia y una alergia es que en esta última interviene el sistema inmunitario, de modo que el organismo debe haber estado expuesto a un alérgeno (que, generalmente, es una molécula inocua) con anterioridad. En cambio, en una intolerancia no interviene el sistema inmunitario, y puede manifestarse la primera vez que un perro entra en contacto con una sustancia. Es lo que sucede, por ejemplo, con la intolerancia a la lactosa: en este caso, el perro no produciría las enzimas necesarias para digerirla, por lo que, si toma leche, es posible que tenga diarrea al no poder digerir la lactosa.
Aunque no siempre, las alergias suelen provocar una reacción cutánea, como hinchazón o picor, con mayor frecuencia que problemas digestivos, como vómitos o diarrea, mientras que en una intolerancia es más probable observar síntomas digestivos.
Si crees que tu perro podría tener hipersensibilidad a su alimento habitual, prueba a darle una dieta hipoalergénica, como el pienso PRO PLAN® VETERINARY DIETS Canine HA Hypoallergenic para perros.
Reacciones alérgicas agudas
Algunas veces, las alergias en perros pueden ser graves y provocar un choque anafiláctico. Estas reacciones suelen producirse por factores como la picadura de una abeja o de una avispa.
Los signos de choque anafiláctico aparecen transcurridos unos minutos de la exposición, y pueden ser, entre otros, dificultad para respirar, babeo, vómitos, convulsiones y, a veces, incluso pérdida de consciencia. Si esto sucede, acude al veterinario de inmediato.
Diagnóstico de las alergias en perros
Si sospechas que tu perro tiene alguna alergia, llévalo al veterinario cuanto antes. El veterinario podrá descartar cualquier otra causa posible y le hará pruebas para determinar si los síntomas de tu perro están causados o no por una alergia.
Por lo general, las alergias alimentarias se diagnostican mediante una dieta de eliminación, que consiste en darle al animal únicamente alimentos hidrolizados e hipoalergénicos durante al menos tres semanas y observar si aparecen signos de mejoría. A continuación, el veterinario puede volver a exponer a tu perro añadiendo otros ingredientes para ver si aparecen posibles síntomas de alergia e intentar determinar su causa, aunque no siempre lo hacen.
Las alergias por picadura de pulga pueden ser relativamente fáciles de diagnosticar si el pelaje del perro presenta pulgas o suciedad de pulga; no obstante, ten en cuenta que, en algunos casos, es posible que la pulga ya haya muerto y se haya caído, por lo que determinar la causa de la alergia no siempre es tan fácil como parece. Si aún hay pulgas, el veterinario te dará un tratamiento para eliminarlas con rapidez. Después, deberás desinfectar tu casa y a tu mascota, ya que el 95 % de las pulgas están presentes en el ambiente y podrían regresar rápidamente y volver a provocar un problema.
Tratamiento de las alergias en perros
Con frecuencia, el tratamiento dependerá del tipo de alergia, aunque se centrará en la medida de lo posible en eliminar la causa y aliviar los síntomas. Las alergias alimentarias se tratan mediante la eliminación del ingrediente en cuestión de la dieta del perro.
Para la alergia por picadura de pulga, el veterinario podrá darte un tratamiento rápido para eliminar las pulgas y te recomendará cómo desinfectar tu casa y a cualquier otra mascota que haya entrado en contacto con tu perro. Si tu perro tiene síntomas de alergia graves, el veterinario también te recetará un medicamento para tratarlos, como un champú medicinal o una pomada para el picor intenso o un antiinflamatorio para tratar la hinchazón o el picor.
Si tu perro sufre una reacción alérgica grave, llévalo al veterinario de inmediato, ya que los choques anafilácticos pueden ser mortales si no se tratan.