La mayoría de perros presentan un temperamento inquieto durante su etapa de cachorros. En esta fase, su capacidad de juego y energía puede ser infinita, pero cuando alcanzan la edad adulta esta actitud acostumbra a minimizarse y, en general, la mayor parte de las razas alcanzan un buen equilibrio entre actividad y descanso.
Razas de perros nerviosos
Esto no siempre se cumple cuando has adquirido un perro que, condicionado por su genética, muestra claros rasgos de alta actividad. Los perros de raza cazadora, como el Setter Irlandés o el Braco Alemán de pelo corto, suelen ser dos claros ejemplos de perros nerviosos o muy activos. Su rápido metabolismo los predispone a la necesidad de realizar ejercicio permanente hasta tal punto que, si no consiguen canalizar toda su energía mediante sus paseos diarios, pueden ocasionar destrozos en tu hogar, e incluso morder algunos de tus objetos personales.
El rol de los propietarios de perros nerviosos es fundamental en estos casos. Deberás invertir más paciencia y constancia, entendida como mayor tiempo de dedicación, socialización y ejercicio junto a otros perros, y actividades complementarias que fomenten su nivel de actividad.