Conseguir que un gato haga algo que no quiere es un reto que no suele hacer mucha gracia al dueño. A continuación, te ofrecemos una guía para ayudarte a darle una pastilla al gato minimizando el estrés para ti y para tu mascota.
Darle una pastilla a un gato es una de esas cosas que los dueños de gatos cruzan los dedos para no tener que hacer muy a menudo. Pero hay ocasiones en las que es importante administrar medicación al gato para que se recupere de una dolencia o un tratamiento específico. Un ejemplo sería el proceso de gatos que han pasado por una esterilización o por cualquier otra operación. Dar una pastilla a un gato es tan fácil como parece: hay que evitar las garras y los dientes, y atención porque los gatos son expertos en expulsar las pastillas.
Antes de pasar a los consejos para darle una pastilla a tu gato o gatito, lo primero que puedes hacer es preguntarle al veterinario si hay alguna restricción en cuanto a la forma de administrar el medicamento. Algunas pastillas se pueden mezclar con la comida, pero otras no. Algunas se pueden triturar o partir, pero otras no, ya que corremos el riesgo de dañar el esófago o el estómago del gato. Al partir el medicamento en estos casos le estaríamos quitando el revestimiento exterior (y protector) a la pastilla. Conocer esta información te ayudará a decidir la mejor manera de darle un comprimido al gato.
Cuando hayas averiguado lo que puedes y no puedes hacer con la medicación del rey de la casa, hay algunos métodos para superar esas defensas felinas y darle la pastilla.
Cómo darle una pastilla a un gato
A continuación, te ofrecemos una guía paso a paso para administrarle la medicación al gato de forma manual.
- Intenta abordar la tarea con calma, tratando de minimizar el estrés del gato. Si es la primera vez que le das una pastilla a tu gato, pídele al veterinario que te enseñe a administrarle la medicación oral de forma segura. No te arriesgues a recibir un mordisco y estate alerta por si el gato se enfada o se angustia.
- Colócalo sobre una superficie plana y estable, como el suelo o una mesa. Ayúdate de una toalla para evitar que se resbale.
- Para darle la pastilla a tu gato, será más fácil hacerlo por detrás o a su lado. Sin embargo, procura no tomarlo por sorpresa, ya que esto lo asustará y podrías llevarte un arañazo o un mordisco de defensa.
- Un segundo par de manos puede serte muy útil, pero no es esencial. Procura que el gato no esté de cara, ya que así será más fácil sujetarle las patas o impedir cualquier otro movimiento que intente hacer para zafarse de ti. Puedes sujetarlo firmemente contra tu cuerpo para que no recule.
- Coge la pastilla con una mano y con la otra sujétale suavemente la parte superior de la cabeza con los dedos pulgar e índice a ambos lados de la mandíbula e inclínale la cabeza hacia arriba. Con la otra mano, ábrele suavemente la mandíbula inferior para abrirle la boca.
- Utiliza el dedo índice para colocarle la pastilla en el centro de la lengua, lo más atrás que puedas.
- Cierra su boca, frótale suavemente la garganta durante unos segundos y luego vuelve a colocarle la cabeza en posición normal y espera a que se lama los labios al tragar. Todo con calma y suavidad para que tu gato esté tranquilo.
- Cuando te parezca que ya se la ha tragado, mírale la boca y la comisura de los labios, si te lo permite. Si no ves la pastilla, puedes estar razonablemente seguro de que lo has conseguido.
- Si ves que no se la ha tragado, intenta colocársela otra vez en la parte posterior de la lengua, ciérrale la boca y frótale suavemente la garganta. Puedes echarle un chorrito de agua en la boca para animarle a tragar la pastilla, pero no demasiada, porque podría atragantarse. En algunos casos, más vale que la escupa del todo y volver a empezar.
- El último paso es darle su comida y juguetes favoritos cuando ya haya ingerido la medicación. Esto le desarrollará una asociación positiva entre la medicación y el premio, y puede ayudar a que el proceso sea un poco más fácil en el futuro.
Consejos de seguridad al darle una pastilla al gato
- Si tu gato se rasca o no le gusta que lo cojan en brazos, prueba a envolverle el cuerpo y las patas en una toalla, dejando solo la cabeza al descubierto. Este truco te ayudará a darle la pastilla a tu gato.
- Sujétalo siempre por encima de la cabeza para reducir el riesgo de que te muerda.
- Si tu mascota es especialmente rebelde o revoltosa, pídele a otra persona que lo sostenga mientras le das la pastilla.
- Si tú o tu gato vivís un momento de estrés, para y dale algunos premios, acarícialo suavemente y tranquilízalo antes de volver a intentarlo.
- Si te muerde, ponte en contacto con tu médico de cabecera. En los dientes hay bacterias que podrían provocarte una infección.
- Cuando tengas un gato o un gatito nuevo, entrénalo con premios para que se vaya acostumbrando a abrir la boca con suavidad. Un adiestramiento regular de este tipo ayudará a reducir el estrés si más adelante tienes que darle alguna pastilla a tu gato.
Con esta jeringa ya no hay que meterle los dedos en la boca al gato, pero se puede llegar a hacerle daño en la garganta si se usa mal. Utiliza la jeringa solo si el veterinario te ha enseñado ya la técnica segura. Introduce la pastilla en la jeringa y presiona el émbolo para soltarle la pastilla en la boca. Prueba primero con algún premio para que se acostumbre a este nuevo sistema.
Si el veterinario te dice que puedes mezclarle la medicación con la comida, elige el premio favorito de tu gato e introduce la pastilla a escondidas. Procura que el premio sea lo bastante pequeño para que no tenga que masticarlo. Dale el premio, seguido de la propia pastilla y otro premio. No le pongas la medicación en el plato de comida, porque cuesta asegurarse de que se la haya comido. El comprimido podría disolverse con el tiempo o el gato podría escupirlo. Además, corres el riesgo de que otras mascotas de la casa se coman esa comida y tomen una medicación que no está prescrita para ellos y podría ser peligrosa.
En aquellos casos en los que la pastilla pueda mezclarse con la comida, otra forma de darle la medicación es en forma de polvo mezclado con una pequeña porción de su alimento habitual o con un poco de agua. Utiliza un triturador de pastillas para que la dosis siga siendo la misma y no pierdas parte en el proceso. Procura que el gato se coma la comida que contiene la medicación triturada, ya que de lo contrario tendrás que probar otro método. Como comentábamos antes, no permitas que otros animales domésticos consuman medicamentos que no se les haya recetado.
Para los gatos que no toleren tomarse la pastilla de ninguna forma, algunos medicamentos se dispensan en otros formatos, como líquidos orales o inyecciones veterinarias. Por desgracia, algunas medicinas no tienen buenas alternativas, pero vale la pena preguntarle al veterinario qué otras opciones hay.
Darle una pastilla a un gato es una experiencia distinta para cada animal. Algunos gatos son razonablemente cooperativos, mientras que otros felinos son mucho más peleones. Si tu gato es de estos últimos, mantén la calma y trátalo con delicadeza.
Dale muchos premios para que asocie algo agradable con el proceso de administración de la pastilla. Si te falta inspiración, aquí te proponemos algunas ideas de juegos para tu gato.
Si el gato se pone especialmente belicoso y no hay forma de convencerlo de que se trague la pastilla, habla con el veterinario y dile que no hay manera de que se tome la medicación. Es importante que en la clínica veterinaria sepan que el gato no se está tomando el tratamiento que se le ha recetado. Dependiendo del motivo subyacente de la medicación, podría causarle un problema de salud importante si no se toma las pastillas. El veterinario podrá aconsejarte otras alternativas o decirte si es necesario que le hagáis una visita.