Estos colorantes artificiales se han sustituido por colorantes presentes en la naturaleza, de fuentes vegetales, animales y minerales. A través del proceso técnico adecuado (como el calentamiento o la extracción), estos colorantes pueden utilizarse en aplicaciones alimentarias a escala industrial.
Al igual que la alimentación para consumo humano, la alimentación para mascotas está sujeta a una estricta normativa, lo que supone que todos los aditivos que se emplean, incluidos los colorantes naturales, están estrictamente controlados y regulados de conformidad con las leyes de la Unión Europea en materia de seguridad y son totalmente seguros. Ante todo, somos amantes de los animales, por lo que la seguridad y la salud de las mascotas es nuestra máxima prioridad. Nunca utilizaríamos un ingrediente que no creamos que es sano.
Hasta el momento, los estudios sobre el uso de estos colorantes alimentarios no han hallado indicios de problemas para la salud animal.
¿Por qué los utilizamos? Sabemos que, al elegir un alimento para mascotas, la mayoría de los propietarios quiere que el pienso elegido se vea apetecible. En el proceso de producción, la comida para mascotas puede perder color, por lo que se añaden colorantes en cantidades mínimas para que mantenga un aspecto más deseable y consistente.