Si bien es completamente normal que tu gato estornude de vez en cuando y no debes preocuparte, que lo haga a menudo sí debe llamar tu atención.
En las personas, el estornudo es una respuesta habitual a la irritación de las fosas nasales, el modo en que el organismo se deshace de un irritante de la nariz. Si tu gato no deja de estornudar, o si además presenta otros síntomas, como goteo nasal, lagrimeo o tos o estornuda con pus o sangre, tal vez sea el momento de acudir al veterinario.
¿En qué consiste el estornudo en gatos?
El estornudo es una expulsión explosiva de aire de la boca y la nariz. A veces, también se expulsa alguna secreción, que puede ser transparente, sanguinolenta o incluso amarilla o verde si hay infección.
Por regla general, que un gato estornude no tiene importancia; simplemente, expulsa el irritante de su nariz. Sin embargo, algunas veces, una secuencia de estornudos puede ir acompañada de otros síntomas que pueden ser indicativos de un problema de salud más importante.
En un gato que estornuda, pueden observarse una secreción excesiva de la nariz o los ojos, tos o sibilancias, pérdida de apetito y cansancio.
¿Por qué mi gato estornuda?
La causa más frecuente de los estornudos persistentes en un gato es la infección respiratoria de vías altas, que suele estar provocada por virus como el herpesvirus y el calcivirus felinos. Estos dos virus son contagiosos de un gato a otro, pero no se transmiten a las personas. Con frecuencia, el estrés puede empeorar los signos de infección o aumentar su transmisión de un gato a otro.
Al igual que sucede con los catarros en el ser humano, el objetivo del tratamiento es controlar los síntomas mientras el gato combate la infección. En ocasiones, las infecciones víricas provocan infecciones bacterianas secundarias que pueden tratarse con antibióticos. También pueden producirse en los gatos infecciones por hongos en la trufa, aunque son mucho menos frecuentes. Sin embargo, no hay que olvidar que debe ser nuestro veterinario de confianza quien nos proporcione y supervise el diagnóstico y el tratamiento de cualquier problema en nuestro gato.
Al contrario de lo que sucede en los humanos, la alergia no es una causa frecuente de estornudos en los gatos, aunque, si tu gato inhala algún irritante, es posible que estornude. Algunos de estos irritantes pueden ser el humo del tabaco, el polvo del arenero, los perfumes, los limpiadores en aerosol, el moho, el polvo, el polen y hasta el humo de una vela.
Presta atención al momento en el que tu gato estornude por si puedes deducir la causa. Por ejemplo, ¿estornuda mientras estás haciendo limpieza o justo después de haber cambiado la arena del arenero?
Otras posibles causas de estornudos persistentes en los gatos pueden ser infecciones en la raíz de los dientes que desembocan en los senos nasales; inhalación de cuerpos extraños, como briznas de hierba; o incluso pólipos y tumores en las fosas nasales.
¿Por qué mi gato de interior no deja de estornudar?
Al igual que sucede con todos los gatos, si un gato de interior estornuda mucho puede ser indicativo de una infección respiratoria de vías altas, lo que comúnmente se conoce como resfriado o gripe felina. Aunque es más probable que estas infecciones se contraigan al salir a la calle y relacionarse con otros gatos, es posible que tú mismo u otras personas introduzcáis partículas víricas en casa a través de la ropa, los zapatos o los efectos personales.
Si detectas que tu gato estornuda con frecuencia, llévalo al veterinario lo antes posible para que pueda recomendarte el tratamiento adecuado. Hay otras causas menos frecuentes por las que un gato estornuda, pero si tu veterinario sospecha que no se trata de una infección, te las comentará. No olvides que, si entras en contacto con gatos de colonias felinas, refugios o cualquier gato con una situación inmunitaria desconocida o síntomas respiratorios, es recomendable que te laves las manos a conciencia y te cambies de ropa antes de volver a casa con tus gatos.
¿Por qué mi gatito no deja de estornudar?
Si tu gatito solo estornuda de vez en cuando, no tendrías por qué preocuparte. Sin embargo, si persiste, es mejor que lo lleves al veterinario para averiguar el motivo. Con frecuencia, la causa puede ser algún olor extraño, como los de los productos de limpieza o el de las especias o la comida picante al cocinar. Asimismo, pueden ser motivo de estornudo el polvo, el polen, los perfumes o el humo del tabaco. En algunos casos, también puede producirse como resultado de una infección, especialmente si tu gatito presenta otros síntomas. Si tiene una infección, debes llevarlo al veterinario cuanto antes, ya que su salud se deteriora con más rapidez que la de los gatos adultos.
¿Por qué estornuda mi gato sénior?
Es normal que nuestros felinos estornuden alguna vez, incluidos los gatos sénior. Mientras que los estornudos no vayan acompañados de otros síntomas y no se produzcan con demasiada frecuencia, no tienes por qué preocuparte. Sin embargo, cabe recordar que los gatos más mayores, al igual que las personas, son más susceptibles de contraer cualquier tipo de infección. Además, la prevalencia de tumores en los gatos sénior es mayor. Por tanto, es más probable que necesiten atención veterinaria para sus problemas.
¿Qué hago si mi gato no deja de estornudar?
Procura que tu gato tenga las vacunas habituales contra el herpesvirus y el calcivirus felinos para evitar que contraiga las infecciones que provocan.
Si tu gato estornuda solo de vez en cuando y, en general, está perfectamente, vigílalo durante algunos días e intenta detectar si hay algún patrón que se reproduzca cuando estornuda.
Si tu gato empieza a estornudar de modo más persistente, si estornuda con sangre o presenta otros síntomas, como un exceso de secreción nasal, lagrimeo, cansancio, tos o dificultad para respirar, o si deja de comer, llévalo al veterinario cuanto antes. La mayoría de las causas de estornudo en los gatos son fáciles de tratar y tu gato se pondrá mejor pronto.
¿Quieres más recomendaciones sobre la salud de los gatos? A continuación, lee nuestra guía sobre las posibles enfermedades en gatos.