Con las altas temperaturas todos podemos deshidratarnos en algún momento. Estar demasiado tiempo expuestos al sol o que se nos olvide beber líquidos, puede provocar la deshidratación. Con los gatos pasa algo similar, aunque son unos animales que saben cuidarse, en épocas de excesivo calor pueden verse afectados por la falta de líquidos.
Un gato Deshidratado es aquel que sufre la falta de agua y electrolitos (sales minerales) por no beber lo suficiente. El cuerpo de un gatito está compuestos por un 80% de agua, mientras que el del gato adulto contiene un 60% de agua. Es evidente que no pueden mantenerse sanos con una escasa ingesta de líquidos.
Los principales problemas surgen cuando llegan las altas temperaturas y el ambiente se vuelve seco, obligándoles a estar tumbados a la sombra durante gran parte del día. En esos momentos es cuando debes preocuparte especialmente de comprobar que tu gato no sufre los síntomas de la deshidratación en gatos y que se encuentran bien.
ELECTROLITOS Y AGUA
Un gato Deshidratado es aquel que sufre la falta de electrolitos y agua. En cuanto al agua, no hay demasiado que explicar, pero es probable que muchas personas desconozcan lo que son los electrolitos.
De una manera muy resumida, se puede decir que los electrolitos son los minerales con carga eléctrica que el cuerpo necesita para controlar los músculos y nervios, así como para mantener la distribución de líquidos por el cuerpo. Cloruro, potasio, magnesio, sodio... Nos referimos a estos minerales tan necesarios para todos.
Los electrolitos se consiguen mediante la ingesta de comida y líquidos que tengan una carga adecuada de ellos. Normalmente, los alimentos siempre suelen tenerla, aunque el problema puede surgir cuando el excesivo calor desmotiva al gato a comer y, como consecuencia, pasa a deshidratarse.
Síntomas de la deshidratación en gatos
Aunque la deshidratación puede causar graves problemas a nuestro gato, y hasta la muerte en casos extremos, lo primero que se debe entender es que existen diversos grados de deshidratación:
- Leve: menos del 5% de falta de líquidos.
- Moderada: entre el 5% y el 10% de falta de líquidos.
- Severa: más del 10% de falta de líquidos.
Aunque para alguien que no sea veterinario es complicado saber si un gato está Deshidratado, existen una serie de indicios para comprobar si un gato necesita ayuda.
Los gatos que sufren deshidratación a veces lo muestran mediante alguno de estos síntomas:
- Fiebre
- Diarrea o vómitos
- Problemas urinarios
- Quemaduras
- Insolación
Pero sin llegar a estos casos, podemos realizar el primer diagnóstico mediante unas sencillas pruebas.
Cómo saber si mi gato está deshidratado
La primera prueba para realizar este diagnóstico es la más sencilla de todas: pellizcar al gato.
La elasticidad de la piel del gato se ve afectada con los primeros síntomas de deshidratación. Si la piel vuelve al instante a su forma inicial y no muestra ninguna imperfección, lo más probable es que el gato esté hidratado. En cambio, si tras estirar su piel tarda en volver, éste puede considerarse un síntoma de deshidratación.
Otro de los modos para saber si tu gato está Deshidratado es comprobar sus encías. Con la mano seca, si al levantar el labio superior y tocar las encías se nota que están viscosas, puede ser un primer síntoma; si están secas, puede significar que el gato se encuentra en un estado avanzado de deshidratación.
En los ojos también se pueden ver síntomas de la deshidratación en gatos. Al echarle un vistazo a sus ojos, deben estar como siempre, brillantes, en caso de transmitir sensación de hundimiento o sequedad, puede considerarse síntoma de deshidratación.
La frecuencia cardiaca se ve alterada por la deshidratación y el corazón late con mayor rapidez. Para comprobarlo, lo mejor es acercarse al gato sin que se altere y verificarlo.
Por último, otra de las pruebas que se pueden hacer es palpar la pata del gato y comprobar la temperatura en sus pezuñas. Los gatos deshidratados tienen las pezuñas más frías que el resto de cuerpo, tanto que se nota al tacto.
Tras este sencillo análisis, es más que posible realizar un primer diagnóstico sobre si el gato está Deshidratado. En caso de que muestre estos síntomas de deshidratación, hay que llevarlo a un lugar fresco donde no le dé el sol y ayudarle con paciencia para que tome agua.
Si rechaza tu ayuda y no muestra síntomas de mejora, la primera opción tiene que ser llevarlo al veterinario para que le ayude a reponer líquidos por vía oral o parenteral.
Cómo prevenir la deshidratación en gatos
El mejor modo de evitar que tu gato se deshidrate es siendo especialmente cuidadoso en los períodos de altas temperaturas y procurar que siempre tenga acceso rápido al agua, así como a lugares donde esté tranquilo y fresco.
No hay que asustarse si tu felino está más quieto de lo normal a causa del calor. Recuerda el dicho: “el frío se puede comprobar por lo recogido que está un gato y el calor por lo estiradas que coloca todas sus extremidades”. Los gatos prefieren estar tranquilos con las temperaturas más extremas.
Aun así hay cosas que puedes hacer, como dejar que tu felino se relaje en el lugar que elija, ya sea debajo de la cama como en la habitación más oscura de la casa. Probablemente será el sitio con una temperatura más agradable para él.
Siempre debe tener a su disposición agua fresca. Cambiarle el agua de vez en cuando o ponerle más de un cuenco por la casa, provocará que su recelo hacia el agua se vea atenuado y le sea más apetecible beber.
Entre la variedad de productos alimenticios que tienen los gatos, se encuentran muchos alimentos fríos que pueden conservarse en la nevera y que son más saludables en épocas de calor. También resulta adecuado incrementar la proporción de alimentos húmedos (latas o sobres) en estos períodos. En caso de que tu gato se muestre reacio a cambios de alimentación o nuevos productos, lo ideal es ir acostumbrándole poco a poco, sin forzarle, porque lo peor que le puede ocurrir a un gato es que no coma.
Cepillar a tu gato para quitarle todo el pelo sobrante, le ayuda a que mantener una temperatura corporal adecuada y evita que sufra más durante las olas de calor. A veces nos puede dar pereza o puede que tu gato se resista al cepillo, pero es algo muy necesario para ellos.
Algunos gatos agradecen tener a mano una toalla húmeda para tumbarse encima. Del mismo modo que los humanos nos damos duchas para refrescarnos, ellos pueden encontrar un modo de atenuar el calor con telas húmedas.
Por último, hay que ser considerado con los felinos. Si hace calor y quiere descansar durante gran parte del tiempo, lo mejor es dejarle tranquilo. Basta con imaginar lo que debe ser pasar tanto calor con la cantidad de pelo que suelen tener.
Los alimentos húmedos para gatos son una buena forma de hidratarlos a través de la alimentación. Conoce los productos Pro Plan húmedos.