Durante la gestación de tu gata, es importante que le prestes especial atención. En Purina encontrarás información especializada sobre cómo evitar complicaciones durante la gestación.
La gestación de tu gata es un momento muy emocionante, en el que es normal que te surjan ciertas preocupaciones y que desees proporcionar el mejor cuidado posible a tu mascota. Por suerte, las gatas suelen arreglárselas perfectamente por sí mismas y no tendrás que preocuparte por nada.
Las complicaciones son muy poco frecuentes en sus gestaciones, pero algunas veces pueden presentarse. Para ayudar a tu gata a traer al mundo sin problemas a sus pequeñas "bolitas de pelo", el equipo de Atención a Mascotas de Purina te asesora sobre cómo detectar rápidamente cualquier signo de alarma.
Signos de alarma durante el embarazo de tu gata
Algunos síntomas pueden indicar un problema en la gestación de tu gata. Si observas alguno de los siguientes, consulta a tu veterinario inmediatamente:
- Pierde interés por su comida. Puede producirse una pérdida de apetito justo antes del parto, pero la gata debería estar fuerte y bien en todos los demás aspectos durante toda la gestación.
- Está visiblemente triste, nerviosa, maúlla más de lo habitual o se lame insistentemente la zona de la vulva sin parir a los gatitos.
- Observas algún sangrado o secreción vaginal anormal y maloliente en algún momento de la gestación o del parto.
- Usa la caja de arena con mayor frecuencia, expulsa sangre o se agacha pero no consigue orinar. Esto podría indicar una infección uterina, que puede afectar a los gatitos si no recibe el tratamiento adecuado.
Signos de alarma durante el parto de tu gata
A medida que se acerque el momento del parto, tu gata se mostrará más nerviosa antes de tumbarse para dar a luz. Debes observarla frecuentemente durante el parto, pero no hace falta que estés a su lado permanentemente. Sólo tendrás que intervenir y ponerte en contacto con tu veterinario si:
- Una vez iniciado el parto, no nacen gatitos durante 3 o 4 horas. Consultar Parto y nacimiento.
- Ha tenido fuertes contracciones durante más de una hora sin parir ningún gatito. Percibirás las contracciones por la tensión del área abdominal.
- No han nacido todos los gatitos en un periodo de 24 horas a partir del inicio del parto (si no sabes de cuántos gatitos está embarazada, es posible que tenga que examinarla el veterinario).
- No hay el mismo número de placentas que de gatitos (esto puede ser indicio de retención de placentas).
- Puedes ver un gatito asomando por la vulva pero, a pesar de sus esfuerzos, no consigue expulsarlo.
Aunque te resulte triste, es bastante habitual que algunos gatitos no lo consigan y esto no debería afectar a la madre. Si muere uno o más gatitos durante el parto, no es necesario que llames al veterinario.
Signos de alarma en el postparto
¡Felicidades: tu gata ya es mamá! Debería recuperarse rápidamente y asumir enseguida su maternidad. No obstante, permanece atento a los siguientes signos y ponte en contacto con tu veterinario si:
Después de unas horas
- La madre tiembla, está inquieta o agitada: pueden ser síntomas de falta de calcio (eclampsia).
- La madre sigue empujando después de que todos los gatitos hayan nacido.
Unos días después
- La madre está enferma, no tiene ganas de comer, vomita o tiene fiebre. Los síntomas habituales de la fiebre son pérdida de apetito, depresión, falta de energía, reducción del consumo de agua, escalofríos o respiración rápida.
- Si notas que sus secreciones huelen mal o contienen sangre fresca (las secreciones negruzcas o rojizas son normales durante algunas semanas después del parto).
- Las glándulas mamarias de la madre se enrojecen, se endurecen o es obvio que le duelen.
- Las secreciones de las mamas de la gata son malolientes, marrones o sanguinolentas.
Unas semanas después
- Observas que los gatitos se "desvanecen". Es decir, los gatitos se debilitan, no aumentan de peso, no se alimentan bien o parecen muy quietos. Esto puede ocurrir en cualquier momento durante sus primeras semanas de vida.
Para asegurarte de estar preparado antes de que tu gata se ponga de parto, busca información para saber qué esperar y cómo detectar cualquier señal de posibles complicaciones. Si compraste tu gata a un criador, él podrá aconsejarte (después de todo, ¡tiene muchísima experiencia!). Si tienes preguntas o dudas sobre el parto de tu gata, ponte en contacto con tu veterinario para quedarte más tranquilo.