Las gatas son excelentes criadoras. Tu gata puede concebir y parir a una camada de gatitos con gran facilidad, ¡incluso antes de que te des cuenta de que puede estar embarazada!
Tradicionalmente las gatas suelen entrar en celo en función de las estaciones y la duración del día. En el hemisferio norte, el ciclo de las gatas va de enero a septiembre, y le sigue un periodo de inactividad sexual de entre tres y cuatro meses. No obstante, el aumento de los gatos domésticos y el perfeccionamiento de las viviendas han propiciado que el ciclo de las gatas se extienda durante todo el año independientemente de las condiciones climáticas.
¿CÓMO SÉ SI MI GATA ESTÁ EN CELO?
El periodo durante el cual tu gata atrae el interés de los gatos machos se denomina oficialmente proestro y estro. Dura entre 6 y 12 días y durante este tiempo es normal que muestre cambios de comportamiento notables.
Este periodo también suele denominarse "llamada". Los cambios de comportamiento típicos son los siguientes:
- Aumento de los maullidos (a menudo gemidos graves)
- Frotamiento de la cabeza y el cuello con todo tipo de objetos como piernas o muebles
- Arqueamiento y contorsiones por el suelo y aumento de movimientos con las patas
- Micción más frecuente
- Mayor agitación
- Más muestras de afecto o agresividad, según el gato
LAS FASES DEL EMBARAZO
El embarazo suele durar entre 63 y 65 días, aunque puede oscilar entre 58 y 70 días. Suele transcurrir con tanta discreción, sobre todo durante las primeras fases, que resulta difícil darse cuenta, excepto para los criadores de gatos más experimentados. No es hasta la última etapa de la Gestación que empieza a notarse y el único indicio es un aumento de peso inexplicable, concretamente en la zona del abdomen.
Los veterinarios con experiencia pueden ver los embriones mediante una ecografía incluso a partir del día 14 o 15 y escuchar los latidos del corazón del feto a partir del día 22. Los esqueletos pueden apreciarse mediante radiografía a partir del día 43, pero no es un método de diagnóstico recomendado porque expone a los gatitos en desarrollo y a la gata a radiaciones innecesarias.
En los últimos días de la Gestación, puedes observar el instinto de preparación del nido en tu gata antes de la llegada de sus crías.
Consiste en buscar un sitio tranquilo y apartado en el que se sienta segura y protegida. Es habitual que pierda el apetito, que esté más inquieta, ruidosa y alterada, y que muestre una actitud más independiente o, al contrario, más dependiente.
EL ALUMBRAMIENTO DE LAS GATAS
Una vez que se pone de parto, generalmente los gatitos nacen bastante rápido con un pequeño esfuerzo abdominal, aunque no es anormal que la gata emita un fuerte maullido cada vez que traiga al mundo una cría. La mayoría limpian el gatito, cortan el cordón umbilical y comen la placenta sin necesidad de intervención humana. Normalmente dan de mamar al primer gatito y a los siguientes durante el proceso de alumbramiento.
A menos que observes claramente que la madre hace esfuerzo abdominal y no alumbra ninguna cría y/o segrega un flujo vaginal negro o maloliente, no hay motivo alguno para que intervenga un veterinario. No obstante, si tienes alguna duda en cualquier momento del parto, no dudes en llamar al veterinario.
ALIMENTACIÓN EN EMBARAZO Y LACTANCIA
Una de las cosas más útiles que puedes hacer para tu gata embarazada y para los gatitos recién nacidos o de corta edad es proporcionarles una alimentación apropiada. En el mercado encontrarás dietas elaboradas específicamente para la Gestación y la Lactancia. Otra alternativa es darle a tu gata comida para gatitos de buena calidad desde la última etapa del embarazo hasta el destete.