El dogo de Burdeos es un perro de tamaño gigante que tiene una cabeza grande, ancha y redonda, con muchas arrugas. Tiene un cuello y cuerpo fuertes y musculosos y un pecho ancho y profundo. Su pelaje es corto y bastante suave al tacto y puede mostrar cualquier matiz leonado. Los machos adultos miden entre 60 y 68 cm y pesan 50 kg, como mínimo, las hembras miden entre 58 y 66 cm y tienen un peso mínimo de 45 kg.
El dogo de Burdeos es una raza braquicéfala; los problemas asociados a esta condición incluyen:
También puede sufrir:
Programas de salud y análisis prioritarios según el club de criadores:
¹ M. Borgarelli et al., 'Prognostic Indicators for Dogs with Dilated Cardiomyopathy', 2006, Journal of Internal Veterinary Medicine
² C. Pittaway et al., 'Incidence and risk factors for the diagnosis of lymphoma in dogs in UK primary‐care practice', 2018, Journal of Small Animal Practice
El dogo de Burdeos es un perro que establece un vínculo muy estrecho con su familia y no le gusta separarse de ella durante mucho tiempo. Si se siente amenazado, protegerá a su familia y su territorio. Bien criado, socializado y adiestrado, será muy bueno con los niños y aceptará otros animales de compañía en casa si se le presentan a una edad temprana. Le gusta complacer y tiene que adiestrarse de una forma coherente y tranquila.
El dogo de Burdeos es una antigua raza francesa, aunque se cree que desciende directamente del moloso de Roma. Se utilizaba en los cotos franceses en el siglo XII para la caza de cerdos, jabalíes, lobos y osos. Durante la Edad Media su función era conducir el ganado. También se han utilizado en la guerra, como protección para el ganado e, incluso, para el hostigamiento de otros animales y en peleas de perros. La raza perdió popularidad durante el siglo XX, pero en la actualidad parece que su número va en aumento.
Al igual que muchas otras razas, el dogo de Burdeos puede sufrir displasia de cadera (una enfermedad que puede provocar problemas de movilidad). Por lo tanto, es importante hacer un examen de la cadera de los perros antes de dedicarlos a la crianza. También tiende a sufrir infecciones cutáneas en los múltiples pliegues de la piel.
No necesita tanto ejercicio como podría parecer: alrededor de una hora diaria suele bastar para un adulto. Será suficiente con dar algunos paseos durante el día y dejarle correr y jugar suelto durante un rato. Si hace demasiado ejercicio de joven, puede sufrir problemas de huesos y articulaciones de mayor.
Los perros de raza gigante, además de un apetito enorme, requieren una proporción de minerales y vitaminas diferente que necesita para el buen mantenimiento de las diferentes articulaciones y cartílagos. Es propenso a sufrir distensión del estómago y otros problemas estomacales; unas comidas más reducidas y frecuentes podrían minimizar el riesgo.
El aseo del dogo de Burdeos es relativamente fácil. Bastará con pasarle un guante de goma sobre el corto pelaje una vez a la semana para eliminar todo el pelo muerto o suelto. Hay que limpiarle frecuentemente los pliegues de piel de la cara para cortar de raíz cualquier infección cutánea incipiente.
Aunque tradicionalmente la mayoría de perros son buenos con los niños, todos los perros y niños necesitan que se les enseñe a llevarse bien y a respetarse mutuamente para estar seguros. Aun así, los perros y los niños pequeños nunca deberían quedarse solos y los adultos deben supervisar todas las interacciones entre ellos.
