Los Galgos son como los caballos de carreras del mundo canino; son increíblemente rápidos, aristocráticos, gráciles y elegantes. Son perros bien proporcionados y de constitución fuerte. Su pelaje corto y fino puede ser de color negro, blanco, rojo, azul, leonado, atigrado o blanco. Los machos adultos miden entre 71 y 76 cm y pesan entre 30 y 32 kg, las hembras miden entre 69 y 71 cm y pesan entre 27 y 30 kg.
El galgo puede ser propenso a sufrir:
Programas de salud y análisis prioritarios según el club de criadores del Reino Unido:
1J. T. Caro et al., 'Markers of iron metabolism in retired racing Greyhounds with and without osteosarcoma', sept. 2013, Veterinary Clinical Pathology
2J. Dukes-McEwan, 'Proposed Guidelines for the Diagnosis of Canine Idiopathic Dilated Cardiomyopathy', nov. 2003, Journal of Veterinary Cardiology
Estos perros son tranquilos y sociables en interiores y pueden mostrarse bastante vagos, incluso. Son perros sensibles que pueden ser mascotas ideales si tienen el dueño adecuado. Aunque son tranquilos por naturaleza, su instinto innato de caza sigue presente; su propietario debe estar dispuesto a asumir las responsabilidades que conlleva la raza. Son cariñosos con su familia, pero suelen ser distantes con los extraños. Suelen llevarse bien con los demás perros de la casa, pero los dueños de gatos deben extremar las precauciones.
El galgo es uno de los perros más apreciados: los faraones y otros reyes asiáticos y africanos tenían imágenes de este tipo de perros grabadas en sus tumbas desde el 4000 a. C. Se usaban para cazar antílopes, lobos y ciervos y llegaron a ser muy populares. Se extendieron por Oriente Próximo y Europa y, en algún momento, acabaron llegando a Gran Bretaña, donde se convirtieron en un símbolo de estatus. De hecho, tanto es así que en 1016 solo la élite podía permitirse tener un galgo. Se les utilizaba para cazar liebres y, más tarde, para hacer carreras, donde demostraron una vez más ser los perros más rápidos del mundo. En realidad, en el reino animal solo el guepardo puede superarlos en velocidad.
El galgo suele ser una raza relativamente sana con pocos problemas de salud conocidos.
Aunque el galgo es el más atlético de todos los perros domésticos, no necesita una gran cantidad de ejercicio. Un par de carreras de 20 minutos al día suelen bastar. En inglés se les conoce como «40 mph couch potatoes» (sedentarios de 65 km/h), ya que necesitan una buena carrera rápida, no kilómetros de caminata. Debido a su instinto de caza, es esencial asegurarse de que respondan a la llamada antes de quitarles la correa en un lugar público. Nota: en épocas frías puede que necesiten una prenda de abrigo.
Los perros de razas grandes, además de tener un gran apetito, requieren un equilibrio de nutrientes diferente, incluyendo los minerales y las vitaminas, al de los perros de menor tamaño. El galgo es propenso a sufrir distensión del estómago y otros problemas estomacales; unas comidas más reducidas y frecuentes podrían minimizar el riesgo.
Es una de las razas más fáciles de cuidar en lo que respecta al pelaje, ya que este es corto y fino y solo necesita un cepillado muy de vez en cuando.
Aunque tradicionalmente la mayoría de perros son buenos con los niños, todos los perros y niños necesitan que se les enseñe a llevarse bien y a respetarse mutuamente para estar seguros. Aun así, los perros y los niños pequeños nunca deberían quedarse solos y los adultos deben supervisar todas las interacciones entre ellos.
