El Spaniel Tibetano es un perro pequeño ligeramente más largo que alto que llega a medir unos 25 cm de alto y pesa entre 7 y 9 kilos. Tiene un pelaje sedoso de longitud media, muy suave en la cara y con flecos en las orejas, en la parte trasera de las patas y en la cola. Los machos cuentan con un pelaje más tupido y una gorguera en el cuello y los hombros. Su pelo puede ser de todos los colores y tener varias combinaciones.
Este perrito tan activo y alerta es reservado con los desconocido y absolutamente fiel a sus seres queridos. De carácter alegre, no es un perrito faldero y servil, sino un alma independiente. No le gusta que lo separen de su familia durante mucho tiempo y puede ser bastante ladrador desempeñando su tarea de perro guardián.
Criado por los monjes para que fueran perros guardianes de los monasterios del Tíbet, esta raza nunca ha sido un spaniel perdiguero al uso, pero puede que adopte su nombre de los toy spaniels, ya que se ofrecían como regalos diplomáticos a la realeza y la nobleza, entre quienes se convirtió en un preciado compañero. Durante siglos, los spaniels tibetanos trepaban por los muros de los monasterios y hacían de vigías, ladrando para avisar a los monjes en caso de que alguien se acercara. Hoy en día, en los hogares modernos, el spaniel tibetano suelen buscar un punto elevado para desempeñar su papel autoasignado de perro guardián.
El problema de salud que afecta con más frecuencia al spaniel tibetano es una enfermedad ocular hereditaria, por lo que es importante hacerle una prueba ocular antes de la cría.
El spaniel tibetano necesita aproximadamente una hora diaria de ejercicio. Procura que el jardín sea seguro y comprueba el perímetro con regularidad, ya que esta raza es famosa por su capacidad para cavar.
Los perros pequeños tienen un metabolismo rápido, lo que significa que queman energía a un ritmo muy alto. Con un estómago tan pequeño, esto implica que deben comer poco pero a menudo. Los alimentos para razas pequeñas están específicamente ideados con proporciones adecuadas de nutrientes clave y unos granos de pienso de menor tamaño que se adapten a bocas más pequeñas. Esto, además, estimula la masticación y mejora la digestión.
Su doble manto consiste en un manto inferior tupido y fino con un manto exterior sedoso y más largo. Cepilla y peina el pelaje un par de veces a la semana, prestando especial atención a las zonas de pelo largo, que tienden a enredarse.
Aunque tradicionalmente la mayoría de perros son buenos con los niños, todos los perros y niños necesitan que se les enseñe a llevarse bien y a respetarse mutuamente para estar seguros. Aun así, los perros y los niños pequeños nunca deberían quedarse solos y los adultos deben supervisar todas las interacciones entre ellos.
