De pelaje suave y constitución musculosa, el Staffordshire Bull Terrier combina elementos de los Bulldog y de los Terrier en su aspecto físico, que da una imagen de gran fuerza y agilidad. Los perros adultos miden entre 36 y 41 cm. Los adultos machos pesan de 13 a 17 kilos y, las hembras, de 11 a 15,4 kilos. Su pelaje corto y suave puede ser de color rojizo, canela, blanco, negro o azul, atigrado o cualquiera de ellos con manchas blancas.
Con la gente, un staffordshire bull terrier bien criado y sociabilizado tendrá un carácter impecable y será especialmente afable, aunque algo ruidoso. No encontrarás un compañero más fiel y cariñoso. Sin embargo, con otros perros u otros animales, puede ser bastante menos cordial, si bien gran parte de eso depende de su adiestramiento y sociabilización a una edad temprana. Algunos staffordshire bull terriers conviven perfectamente con otros perros y gatos; otros no pueden ni pasear sin correa por si se encuentran con otro perro. La socialización temprana y continua, pues, es imprescindible.
Los orígenes de esta raza se remontan al siglo XIX, cuando se prohibieron los espectáculos de hostigamiento a toros y osos. Se inventaron entonces un nuevo «deporte»: el de las peleas de perros. De este modo, se cruzaron bulldogs y terriers para crear el bull terrier, del que desciende el staffordshire bull terrier. Muy popular entre todas las clases, incluyendo la clase trabajadora victoriana, el staffordshire bull terrier solía criarse confinado en espacios reducidos con familias muy grandes, circunstancia a la que puede atribuirse su buen carácter innato hacia los niños.
Estos perros suelen ser bastante resistentes, aunque tienen algunos problemas específicos de esta raza. Como muchas razas, puede sufrir trastornos oculares hereditarios, por lo que conviene hacerle un chequeo de la vista.
El staffordshire bull terrier necesita al menos una hora de ejercicio al día, además de mucho juego. Si se le da la oportunidad, el staffordshire puede destacar en deportes caninos como los circuitos de agility. Muchos ejemplares se llevan bien con otros perros, pero algunos son agresivos con los otros canes. Si tu perro es menos afable, procura llevarlo bien sujeto para que no dé problemas.
La dieta de tu perro debe contener la proporción adecuada de todos los principales grupos de nutrientes. Además, deberá tener siempre agua fresca a su disposición. Es importante realizar comprobaciones regulares para mantener al perro en perfecta forma y recuerda darle de comer dos veces al día siguiendo las pautas de alimentación de su alimento específico.
Esta raza requiere poco mantenimiento, porque su pelaje corto y suave no necesita muchas atenciones; basta con un cepillado a la semana.
Aunque tradicionalmente la mayoría de perros son buenos con los niños, todos los perros y niños necesitan que se les enseñe a llevarse bien y a respetarse mutuamente para estar seguros. Aun así, los perros y los niños pequeños nunca deberían quedarse solos y los adultos deben supervisar todas las interacciones entre ellos.
El creador de esta raza fue James Hinks, en la ciudad de Birmingham, y ya empezó a mostrarse en exhibiciones caninas en 1862. Sin embargo, no se le reconoció como raza distinta del bull terrier hasta la década de 1930 y, para distinguirlo de aquel, se le añadió a la denominación el nombre del condado donde se hizo tan popular.
Una de las actividades más célebres en la pista principal de la exhibición canina Crufts durante los últimos años ha sido la muestra del equipo de exhibición de staffordshire bull terriers de East Anglia, que ha mostrado a sus perros haciendo de todo, desde ejercicios de agilidad competitiva hasta trucos, pasando por trabajo con niños.
Antiguamente, se utilizó al staffordshire en deportes como las corridas de toros, a causa de su fuerza y resistencia.
