El Sussex Spaniel es un perro atlético, de tamaño mediano y complexión fuerte, con unas patas cortas y robustas. Tiene una cabeza ancha y el ceño fruncido y una expresión inquisitiva. Su pelaje corto y abundante es de un color muy atractivo: marrón con tonos dorados en las puntas del pelo. Los Sussex Spaniels adultos miden de 38 a 41 cm y pesan unos 23 kg.
Este perro tan afable y versátil puede ser muy tranquilo, aunque es importante que entre regularmente en contacto con niños, perros, coches, etc... hasta llegar a adulto. Le encanta cazar y, a veces, al salir al exterior, le interesará más esta actividad que cualquier otra cosa, por lo que es esencial adiestrarlo desde pequeño. Todo el tiempo que le dediques a este perro estará bien invertido, puesto que obtendrás un compañero fiel y feliz.
El sussex spaniel surgió a principios del siglo XIX como parte de una mezcla de spaniels de tierra. El interés por esta raza empezó con el Sr. Fuller, un terrateniente de Sussex que tenía spaniels de varias razas, incluyendo sussex spaniels. Los criaba para trabajar y fue el dueño de esta raza durante unos 50 años, hasta 1850. Durante la Segunda Guerra Mundial se criaron muy pocos perros de esta raza y se cree que, al terminar la guerra, solo quedaban cinco ejemplares de sussex spaniel. Por suerte, esta raza tiene unos seguidores muy fieles que supieron mantenerla viva, aunque sigue siendo pequeña en cuanto a número.
El sussex spaniel suele ser un perro bastante sano y resistente, pero, como ocurre con otras razas, puede padecer displasia de cadera (una afección que puede provocar problemas de movilidad) y enfermedades de los discos intervertebrales. También tiende a padecer infecciones de oído.
De joven no es recomendable que haga demasiado ejercicio. Debes estimularlo mucho o se aburrirá rápidamente. Este perro de alma campestre necesitará, al llegar a la edad adulta, dos horas o más de ejercicio diario.
La dieta de tu perro debe contener la proporción adecuada de todos los principales grupos de nutrientes. Además, deberá tener siempre agua fresca a su disposición. Es importante realizar comprobaciones regulares para mantener al perro en perfecta forma y recuerda darle de comer dos veces al día siguiendo las pautas de alimentación de su alimento específico. También se han dado casos de distensión del estómago en esta raza. Darle comidas menos copiosas pero con más frecuencia podría reducir este riesgo.
Por regla general, hay que peinarlo o cepillarlo bien varias veces a la semana. También hay que mantenerle limpias las orejas y comprobar regularmente que no les hayan entrado cuerpos extraños. El pelo que rodea las almohadillas deberá recortarse y hay que comprobar también que no tenga semillas entre las uñas.
Aunque tradicionalmente la mayoría de perros son buenos con los niños, todos los perros y niños necesitan que se les enseñe a llevarse bien y a respetarse mutuamente para estar seguros. Aun así, los perros y los niños pequeños nunca deberían quedarse solos y los adultos deben supervisar todas las interacciones entre ellos.
Aunque se trata de una de las primeras razas que registró el Kennel Club de Reino Unido tras su creación en 1875, el Sussex spaniel ha sido siempre un perro muy poco frecuente. En la actualidad, es tan raro que existen más ejemplares de panda gigante (1864) que cachorros de Sussex spaniel se registraron en 2018 (34).
