Caída de pelo en gatos: causas y tratamientos
Causas y síntomas
La pérdida de pelo puede estar causada por infecciones en la piel, como las causadas por la tiña o infestaciones parasitarias. A menudo, es el propio gato que provoca esta pérdida de pelo al acicalarse una y otra vez una zona con picor causado por una alergia o la presencia de Parásitos. Los gatos con dolor en las articulaciones en ocasiones también se arrancan el pelo de las zonas junto a la articulaciones afectadas. Por otra parte, los gatos con estrés a veces también externalizan el problema con un acicalamiento excesivo. Un excesivo acicalamiento puede provocar que el gato vomite Bolas de pelo, ya que tragará el pelo eliminado. También existen problemas hormonales poco frecuentes que provocan la pérdida de pelo, generalmente sin picores.
Algunas de las causas de la pérdida de pelo (como la tiña) se pueden transmitir a los humanos y, aunque la alopecia es extremadamente rara en gatos, sin duda debes llevar a tu gato al veterinario cuanto antes.
Investigación
Tu veterinario deberá investigar la causa de la alopecia. Como las pulgas son una causa habitual de picores en gatos y de la subsiguiente pérdida de pelo, puede que el veterinario recomiende un tratamiento antipulgas. Si el veterinario sospecha que la situación se debe a un problema de comportamiento, deberás estudiar el día a día de tu gato y averiguar si hay elementos que le puedan provocar estrés.
Si tras la investigación la causa de la pérdida de pelo sigue sin estar clara, se recomienda consultar con un veterinario especializado en dermatología.
Tratamiento
La gestión de la alopecia siempre depende de la causa subyacente. Si el gato tiene pulgas u otros Parásitos, el mejor curso de acción es realizar un tratamiento antiparásitos. Poner remedio a un problema de alergia de piel puede ser complicado y se recomienda consultar con un veterinario especializado en dermatología. Si se sospecha que un gato se acicala excesivamente por cuestiones de estrés, acudir a un especialista en comportamiento animal puede ayudar a identificar la causa del estrés y proporcionar métodos para reducirlo. Si el problema se debe a articulaciones doloridas, se puede tratar el problema subyacente o suministrar analgésicos si el veterinario lo considera conveniente y los receta.