- Gato curioso y juguetón
- Gato sociable y dependiente
- Gato algo maullador
- Raza de gato de constitución media
- Requiere aseo una vez por semana
- Raza alergénica
- Necesita algo de espacio al aire libre
- Puede requerir familiarización antes de vivir con niños
El gato burmilla puede sufrir:
- Enfermedad renal poliquística, que es una enfermedad hereditaria que se caracteriza por la formación de quistes en los riñones. Esto afecta a la función renal y puede terminar ocasionando una insuficiencia renal. No obstante, conviene señalar que el riesgo de presentar esta enfermedad en esta raza es menor que en otras razas que tienen una predisposición a este problema.
- Defecto de la cabeza birmana, una dolencia en la que la cara y el cráneo no se forman correctamente.
Pruebas disponibles:
- Prueba de ADN para detectar si es probable que un gato se vea afectado por enfermedad renal poliquística o defecto de la cabeza birmana.
Personalidad
El burmilla es menos bullicioso que el burmés, pero menos tranquilo que un chinchilla. A este gato le encanta que le presten atención y formar parte de la familia, pero pueden ser bastante exigentes y suelen seguir a sus dueños por toda la casa. Como la mayoría de los gatos asiáticos, el burmilla es muy inteligente y suele resolver problemas como el de abrir las puertas.
Origen
País de origen: Gran Bretaña
El burmilla es un miembro del grupo de gatos asiáticos con el pelo corto. La raza se creó en 1981 tras un apareamiento accidental entre un macho de raza chinchilla y una hembra de burmés lila. Los gatitos se parecían a y se comportaban como un burmés, pero con el impresionante color plateado y las manchas en la punta del pelo propias del chinchilla. De hecho, generaron tanto interés que permitieron que la pareja se apareara de nuevo y, a partir de ahí, se formó una nueva raza.
La literatura veterinaria no recoge afecciones específicas de los gatos asiáticos, aunque pueden tener tendencia a desarrollar los trastornos asociados a los burmeses. Algunas líneas de esta raza parecen más propensas a la diabetes mellitus que otras razas.
Cada gato es único y tiene sus propios gustos, aversiones y necesidades particulares en lo que respecta a la comida. Sin embargo, los gatos son carnívoros y deben obtener 41 nutrientes diferentes y específicos de los alimentos que ingieren. La proporción de estos nutrientes variará según la edad, el estilo de vida y la salud en general, por lo que no sorprende que un gatito enérgico y en crecimiento necesite un equilibrio de nutrientes diferente en su dieta que un gato senior menos activo. Otras consideraciones que deben tenerse en cuenta son darle la cantidad adecuada de comida para mantener el «estado corporal ideal» según las pautas de alimentación y atender las preferencias individuales por lo que respecta a las recetas de comida seca o húmeda.
El pelaje corto y ceñido al cuerpo del burmilla no necesita muchos cuidados, aunque les gusta la atención que reciben con estos cuidados. Como con todos los gatos, se recomienda la vacunación regular y realizar un control antiparasitario.
Aunque no es de las razas que mejor se llevan con los niños, todos los gatos son distintos y con una familiarización adecuada pueden convivir con ellos.