El cockapoo es una de las razas «mestizas de diseño» más antiguas y consolidadas. Procede de EE. UU. y su origen data de los años 60 del siglo XX. El cockapoo surge de la idea de crear un compañero inteligente, activo y que no perdiera pelo, que necesitara un menor mantenimiento del pelaje que otras razas de tamaño similar.
Aunque tanto en Reino Unido como en el resto del mundo hay clubes de criadores, en la actualidad, el cockapoo no está reconocido por ningún club canino internacional. Para entender con propiedad los orígenes del cockapoo, es necesario conocer sus dos razas progenitoras.
El cocker spaniel inglés se considera una de las razas de spaniel más populares y uno de los spaniels de tierra más antiguos. Cabe señalar que, antes del siglo XIX, el cocker y el springer spaniel se consideraban «spaniels de tierra». Sin embargo, a causa de su distinto tamaño, se empleaban para tareas muy diferentes. Los perros más grandes se utilizaban para levantar la caza, mientras que los más pequeños servían para espantar perdices. Las diferencias entre ambas razas se acentuaron con la cría selectiva y, en 1893, lograron que finalmente se las reconociera como dos razas distintas.
Por otra parte, el caniche grande procede de Alemania, pese a que mucha gente cree que es originario de Francia. Es un perro muy trabajador e inteligente, que se creó como perro de rescate acuático. Las variedades de caniche enano y toy surgieron más adelante, fruto de quienes buscaban toda la personalidad y entusiasmo del caniche grande, pero con un tamaño mucho menor.
El cockapoo puede presentar cualquier combinación de ambas razas en su aspecto, comportamiento y carácter.