- Gato muy curioso y activo
- Gato sociable y dependiente
- Gato muy maullador
- Raza de gato esbelta y elegante
- Requiere aseo una vez por semana
- Raza alergénica
- Necesita algo de espacio al aire libre
- Puede requerir familiarización antes de vivir con niños
Los gatos orientales de pelo corto pueden ser propensos a sufrir:
- Amiloidosis hepática1, que consiste en el depósito de proteínas en el hígado, lo que puede provocar insuficiencia hepática.
- Síndrome del pecho plano del gatito, que es una dolencia en la que el pecho no se desarrolla correctamente y puede ocasionar dificultades respiratorias.
- Atrofia retiniana progresiva, que es un trastorno hereditario en el que parte del ojo degenera y se consume, lo que puede provocar ceguera.
Pruebas disponibles:
- Prueba de ADN para detectar si es probable que un gato se vea afectado por atrofia retiniana progresiva.
¹ J. S. Van der Linde-Sipman et al., 'Generalized AA-amyloidosis in Siamese and Oriental cats', May 1997, Veterinary Immunology and Immunohistopathology
Personalidad
Igual que los siameses, el oriental es un gato inteligente y curioso que se hace notar. Le encanta comunicarse con sus compañeros humanos y espera una respuesta. Le gusta formar parte de la familia y disfruta con juegos como ir a buscar una bola de papel arrugado. Los orientales necesitan estar entretenidos con juguetes y no les gusta quedarse solos, por lo que si trabajas fuera todo el día sería buena ideal tener otro oriental.
Origen
País de origen: Estados Unidos/Gran Bretaña
En realidad, el oriental es un siamés con un pelaje de diferente color y ojos verdes (salvo en el caso del blanco, que tiene los ojos azules). Su forma y carácter son idénticos a los del siamés. El gato oriental se creó cruzando gatos siameses con otras razas para obtener colores diferentes. El siamés negro existía desde hace mucho tiempo, pero fue hasta 1950 cuando se empezó a hacer un esfuerzo importante para criar gatos diferentes colores. El negro empezó a conocerse desde entonces con el nombre de oriental negro. La siguiente raza oriental que se desarrolló fue la Habana, un siamés de color chocolate (no debe confundirse con el gato habana marrón, que es una raza americana distinta). Desde entonces, la reproducción selectiva ha dado origen a muchos más colores y patrones de pelaje.
Los gatos orientales pueden ser muy longevos. Aunque la vida de la mayoría de los orientales de pelo largo es larga y saludable, hay varias enfermedades que parecen estar relacionadas con la familia oriental; trastornos similares a los de los siameses, con los que están estrechamente emparentados.
Cada gato es único y tiene sus propios gustos, aversiones y necesidades particulares en lo que respecta a la comida. Sin embargo, los gatos son carnívoros y deben obtener 41 nutrientes diferentes y específicos de los alimentos que ingieren. La proporción de estos nutrientes variará según la edad, el estilo de vida y la salud en general, por lo que no sorprende que un gatito enérgico y en crecimiento necesite un equilibrio de nutrientes diferente en su dieta que un gato senior menos activo. Otras consideraciones que deben tenerse en cuenta son darle la cantidad adecuada de comida para mantener el «estado corporal ideal» según las pautas de alimentación y atender las preferencias individuales por lo que respecta a las recetas de comida seca o húmeda.
El pelaje corto y brillante del oriental no necesita demasiados cuidados, aunque al gato le gustará recibir la atención que implican esos cuidados. Como con todos los gatos, se recomienda la realización de chequeos anuales, llevar un control antiparasitario y vacunarlos.
Aunque no es de las razas que mejor se llevan con los niños, todos los gatos son distintos y con una familiarización adecuada pueden convivir con ellos.