A todos nos gusta ver sanos a nuestros perros y gatos, felices y rebosantes de energía. Generalmente, los cereales contienen entre el 75 % y el 85 % de hidratos de carbono y menos del 2 % de azúcares. Además, estos carbohidratos se digieren con mucha más lentitud que los monosacáridos, lo que proporciona a tu mascota una liberación progresiva de energía duradera, en lugar de un breve chute de energía explosiva provocado por el azúcar. También proporcionan fibra, que contribuye a fomentar las bacterias intestinales beneficiosas y regulan la actividad intestinal. Asimismo, los cereales contienen ácidos grasos esenciales, vitaminas del grupo B, antioxidantes, proteínas y oligoelementos que contribuyen a toda una serie de factores, como una vista sana y un sistema inmunitario fuerte.
Los perros y gatos domésticos también están muy adaptados a obtener la energía de los hidratos de carbono como fuente de combustible para su organismo. Es más, los perros domésticos han evolucionado de un modo tan considerable desde el lobo, que poseen genes distintos para ayudarles a digerir los hidratos de carbono. Se cree que esta evolución se produjo cuando los colonos humanos empezaron a labrar la tierra hace aproximadamente 10 000 años, lo que representa la última fase del proceso de domesticación de 30 000 años. Curiosamente, y en contra de la creencia popular, la incidencia de alergias reales a los cereales o el gluten en los perros y gatos es muy baja.
Por tanto, dejemos que nuestras mascotas disfruten de los cereales y aprovechen sus beneficios.