El Foxhound, conocido como perro raposero o zorrero, es un animal grande y fuerte con un pelaje corto que puede presentar cualquier color típico de un sabueso. Tiene las orejas caídas, un pecho profundo y un físico musculoso. La cola es alta, pero no se curva sobre el lomo. De adulto alcanza una altura de 58 a 64 cm y un peso de 29 a 32 kg.
Es un sabueso de jauría de los pies a la cabeza. Criado durante siglos para la caza, no se adapta bien a la mayoría de los hogares y estilos de vida modernos. Además, tiene la resistencia necesaria para correr bastantes kilómetros al día, algo que no pueden permitirse la mayoría de las familias. Dicho esto, se lleva bien con otros perros y con los seres humanos, niños incluidos, ya que es un perro amistoso y sociable.
Desarrollado mediante el cruce de varios perros y refinado con la adición del lebrel inglés, el fox terrier e, incluso, el bulldog y el foxhound se usa para la caza del zorro desde el siglo XVIII, cuando el zorro empezó a sustituir al ciervo como presa preferida. Vivía en jaurías dentro de las fincas para que los ricos pudiesen disfrutar de su pasatiempo, por lo que el foxhound siempre ha sido un perro de caza, más que de compañía o de exhibición.
Es una raza muy resistente que suele padecer pocos problemas de salud.
El foxhound necesita correr libremente dos horas al día, como mínimo. Criado para cazar durante todo el día en todo tipo de condiciones, tiene una gran resistencia y le encanta seguir un rastro.
Los perros de razas grandes, además de tener un gran apetito, requieren un equilibrio de nutrientes diferente, incluyendo los minerales y las vitaminas, al de los perros de menor tamaño. El foxhound, de pecho profundo, es propenso a sufrir distensión del estómago y otros problemas estomacales; unas comidas más reducidas y frecuentes podrían minimizar el riesgo.
Su pelaje, corto y liso, es tupido y lo protege de las inclemencias meteorológicas y de otros peligros, como las zarzas, mientras caza. Solo necesitará un cepillado rápido a la semana para mantener su pelaje en perfecto estado.
Aunque tradicionalmente la mayoría de perros son buenos con los niños, todos los perros y niños necesitan que se les enseñe a llevarse bien y a respetarse mutuamente para estar seguros. Aun así, los perros y los niños pequeños nunca deberían quedarse solos y los adultos deben supervisar todas las interacciones entre ellos.
