Perros “enfermeros”: así ayudan a pacientes de cáncer y otras dolencias
No solo son el mejor amigo del hombre. Los perros, además, pueden convertirse en seres imprescindibles en nuestros procesos médicos. Desde detectar subidas de azúcar o ayudar a diagnosticar otras enfermedades, hasta acompañar a pacientes con enfermedades como el cáncer en sus tratamientos.
No solo son el mejor amigo del hombre. Los perros, además, pueden convertirse en seres imprescindibles en nuestros procesos médicos. Desde detectar subidas de azúcar o ayudar a diagnosticar otras enfermedades, hasta acompañar a pacientes con enfermedades como el cáncer en sus tratamientos.
¿Quieres saber más? A continuación, te explicamos la importante labor que realizan los perros en distintos ámbitos de la salud humana: trabajando en programas en hospitales y acompañando a pacientes de cáncer y de otras enfermedades.
¿Qué labor desempeñan los perros en hospitales?
Si convives o has pasado tiempo con un perro conocerás la capacidad de estos animales para calmar la ansiedad y mejorar nuestro estado de ánimo. De ahí que cada vez sea más habitual encontrar programas y proyectos que trabajan con perros en hospitales. Por ejemplo, en el Sant Joan de Déu, uno de los cinco centros más importantes de Europa en medicina pediátrica, fueron pioneros en incorporar, en 2012, una Unidad de intervenciones asistidas con perros. En ella trabajan conjuntamente con el Centre de Teràpies Assistides amb Cans (CTAC), para favorecer el estado de ánimo y la recuperación de los niños ingresados o que deben acudir puntualmente al hospital. De este modo, estos perros desempeñan su labor en las áreas de consultas externas, urgencias y hospitalización.
Pasar un rato con uno de estos perros ayuda a los niños a reducir sus niveles de ansiedad y mejora su predisposición hacia los tratamientos. Por ejemplo, las salas de espera son espacios donde los temores de los niños suelen aumentar. La presencia de perros de terapia hace este momento mucho más llevadero a los pequeños. Además, los perros contribuyen a facilitar a las familias tanto la entrada como la salida al hospital de sus niños.
Incluso aquellos niños ingresados en cámaras de aislamiento, como por ejemplo los que esperan un trasplante de médula ósea, pueden beneficiarse de los perros de terapia. En casos así, el encuentro con los animales se realiza mediante videoconferencia (Método I-BOND by CTAC), lo que supone abrir una ventana al exterior para el paciente pediátrico, y contribuye a disminuir la sensación de aislamiento y mejorar su estado de ánimo.
¿Cómo ayudan los perros a detectar enfermedades?
¿Es cierto que los perros detectan cáncer? En efecto. Su excepcional olfato, con hasta 300 millones de receptores olfativos, unas 60 veces más que un humano,, les permite diagnosticar tumores en estados muy iniciales. Esta insólita capacidad está comenzando a aplicarse con fines médicos. Por ejemplo, en el Hospital Clínico de Barcelona se ha demostrado que un perro correctamente entrenado es capaz de detectar cáncer de pulmón, y en Reino Unido, los resultados favorables de un estudio llevado a cabo en el Hospital de Milton Keynes por la fundación Medical Dogs Detection, permitió que el Servicio Nacional de Salud (NHS) pusiera en marcha un proyecto con perros específicamente adiestrados para mejorar la detección del cáncer de próstata.
Pero además de ayudar a detectar el cáncer, los perros también resultan excelentes acompañantes de los pacientes oncológicos.
La investigación pionera de American Humane Association (AHA) realizó el seguimiento de 106 pacientes pediátricos diagnosticados con cáncer. De ellos, 60 recibieron visitas regulares de perros de terapia. Los resultados, publicados en el Journal of Pediatric Oncology Nursing, revelaron que estos niños mantuvieron estables sus niveles de ansiedad y preocupación relacionados con la enfermedad, mientras que los niños que no recibían las visitas de estos perros de terapia se mostraban significativamente más preocupados. Del mismo modo, los padres del primer grupo de niños con cáncer, presentaron niveles de estrés menores que los del segundo.
Además, hay que resaltar la labor de los perros de alerta médica, canes entrenados para alertar con antelación a pacientes de diabetes cuando estos están sufriendo una hipo o hiperglucemia, o a pacientes epilépticos que van a sufrir un ataque.
Otras enfermedades en las que ayudan los perros de terapia
Los pacientes oncológicos no son los únicos que se benefician de la compañía y habilidades de los perros. También resultan fundamentales para mejorar los tratamientos de personas con otras dolencias o trastornos, como por ejemplo:
- Alzheimer y Demencia
El vínculo con el perro permite que pacientes con afecciones crónicas de salud mental como Alzheimer para mejorar su autoestima, estado cognitivo y emocional. En personas con demencia, se ha demostrado que la presencia de los perros les mejora su calidad de vida, así como síntomas conductuales, psicológicos y reduce síntomas de depresión.
- Trastorno del Espectro Autista
Las terapias con animales para personas con autismo generan grandes beneficios. En concreto, los perros de terapia ayudan a niños con esta condición a potenciar su capacidad de relacionarse y sus habilidades de comunicación.
- Fibromialgia
El estudio que elaboramos con la Clínica Mayo de St. Louis en Estados Unidos investigó el impacto de las sesiones asistidas con perros en pacientes con fibromialgia y reveló mejoras significativas en el dolor, estado de ánimo y reducción de emociones negativas en pacientes después de la visita del perro de terapia.
Todos estos ejemplos demuestran lo excepcionales que son estos animales, y cómo, además de ser nuestros mejores compañeros, los perros pueden convertirse en imprescindibles en ayudar a nuestros sanitarios en los procesos médicos.